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La obesidad es el principal resultado de una inadecuada nutrición. Esta enfermedad está cada vez más presente en los niños, y puede aparecer desde edades muy tempranas de la vida (1 a 5 años).
Un niño con obesidad, al igual que un adulto, tiene mayor riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial, enfermedades del corazón, colesterol alto y algunos tipos de cáncer, entre otras.
Tristemente, la obesidad no termina con la infancia.
Un niño que presenta obesidad tiene el doble de riesgo de llegar a ser un adulto obeso.
Una adecuada alimentación desde la infancia es una forma de prevenir y controlar la obesidad, la cual, debe incluir adecuadas prácticas de lactancia materna.
Los bebés que son alimentados con leche materna disminuyen en promedio 20% el riesgo de tener sobrepeso u obesidad cuando son mayores.
A la par, se reporta que a mayor duración de la lactancia materna menor es el riesgo de presentar obesidad. Algunos estudios han encontrado que la presencia de obesidad disminuye 4% por cada mes que se ofrece lactancia materna. Esta protección permanece hasta los 9 meses de edad, cuando el riesgo ha disminuido 36%.
Aunque aún no se conoce con certeza lo que origina esta protección, se sabe que, posiblemente sea por la presencia de leptina contenida en la leche materna, peo no en las fórmulas infantiles. La leptina interviene en el control del apetito y el gasto de energía, y se piensa que su consumo mediante la leche materna influye positivamente en la forma en que se acumula la grasa en el cuerpo en el futuro.
Otras explicaciones son: Leche materna vs fórmula infantil
- El esfuerzo que realiza el bebé al momento de succionar el pecho de su madre favorece el mantenimiento de su peso.
- El flujo de leche se obtiene de forma diferente cuando viene del pecho materno que cuando vienen de un biberón. Esto influye en la sensación de saciedad del bebé.
- Un bebé alimentado con leche materna come sólo lo necesario. Cuando se siente satisfecho cambia la forma de succionar y deja de extraer la leche. Mientras que los bebés alimentados con fórmula pueden ser presionados a terminarse la leche de sus biberones. Esto para evitar los desperdicios o para cumplir con una ingesta recomendada, lo que aumenta el riesgo de sobrealimentación.
Brindar lactancia materna (de acuerdo a las recomendaciones internacionales) trae consigo múltiples beneficios tanto al niño como a la madre, los cuales, perduran a largo del tiempo, incluso en la edad adulta.
Tú puedes ayudar a prevenir la obesidad de tus hijos, así como múltiples enfermedades, a través de la leche materna.
Si quieres conocer más beneficios de la lecha materna, te invitamos a que des clic aquí.
Te invitamos a que conozcas el trabajo de Un Kilo de Ayuda en pro de la lactancia materna en México.
Fuente: Duration of breastfeeding and risk of overweight: a meta-analysis. Harder T et al. American Journal of Epidemiology 2005.
