Amamantar es una actividad natural y saludable, pero existen varias prácticas que impiden o dificultan una lactancia exitosa. En este artículo te queremos compartir algunos consejos para tener una buena lactancia materna durante los primeros días de vida de tu bebé. Estos te ayudarán a que logres amamantar con mayor facilidad y a mantener una producción de leche saludable:
- Asegúrate de acercar a tu bebé a tu pecho dentro de su primera hora de vida. En esta primera hora tu bebé estará más despierto y alerta, lo cual facilitará que empiece a comer. Es importante destacar que muchos doctores u hospitales no promueven la lactancia inmediata. Si este es tu caso, te recomendamos ser asertiva con tus médicos desde el inicio. Hazles saber que quieres que te den a tu bebé en su primera hora de vida. Los únicos casos en que esto no será posible es si tuviste una cesárea y te dieron anestesia general, si tienes alguna complicación médica, o si tu bebé tiene alguna complicación de salud.
- Pide que dejen a tu bebé en tu cuarto o junto a tu cama en todo momento, durante el día y la noche. Tener a tu bebé cerca tiene varios beneficios para ti y él/ella. Uno de los muchos beneficios es que facilita la lactancia ya que puedes acercarte a tu bebé al pecho cada vez que tenga hambre. Adicionalmente, en los cuneros les suelen dar fórmula a los bebés, lo que inhibe su hambre y disminuye su demanda por tu leche, causando así la disminución de tu producción de leche y complicando todo el proceso de lactancia. Al tener a tu bebé cerca, puedes asegurarte de que únicamente reciba tu valioso calostro y después tu leche materna.
- Dale de comer a tu bebé cada vez que te lo pida. Es importante que le des de comer a tu bebé cada vez que tenga hambre y no cada vez que un horario predeterminado te lo dicte. Los bebés con hambre tienden a estar más alertas, mueven su boca o sus labios, hacen movimientos de succión o abren la boca si les tocas el cachete o el labio. No te esperes a que tu bebé empiece a llorar, ya que esta es una señal de que lleva con hambre mucho tiempo.
- Dale de comer a tu recién nacido entre 8 y 14 veces por día. Los recién nacidos comen en pocas cantidades, pero muchas veces al día. Como mencionamos en el punto anterior, es importante que le des de comer cada vez que te lo pida y hasta que quede saciado. Típicamente, cada sesión de lactancia durará entre 10 y 15 minutos, sin embargo, las sesiones en los primeros meses pueden durar hasta 40 minutos. Incluso, algunos bebés recién nacidos piden comer de modo repetido durante unas horas al día y luego dejan de comer por 3-4 horas. Este fenómeno es completamente normal y se le conoce como alimentación agrupada.
- No le des leche de fórmula, agua o glucosa a tu bebé a menos que esté medicamente indicado. Tu leche tiene todos los nutrientes que tu bebé necesita. Adicionalmente, tu leche le brindará la dieta más balanceada y la protección inmunológica necesaria (visita el artículo sobre beneficios de la lactancia). Por último, la introducción de fórmula o agua disminuirá tu producción de leche ya que sustituye sesiones de lactancia; y tu cuerpo produce leche de acuerdo a la demanda. Si le das de comer a tu bebé de modo frecuente, tu cuerpo producirá leche de modo frecuente. Por el contrario, si amamantas a tu bebé con poca frecuencia, tu producción de leche se reducirá.
- En las primeras 24 a 48 horas busca la ayuda y asesoría de un experto en lactancia. Un experto en lactancia te ayudará a monitorear tu progreso y a corregir cualquier problema de succión o posicionamiento, y te aclarará cualquier duda que puedas llegar a tener.
Las primeras sesiones de lactancia son sumamente importantes para lograr una producción saludable de leche a lo largo del tiempo que amamantes. Sin embargo, si por algún motivo no lograste seguir estas sugerencias y se te está dificultando amamantar, te recomendamos que consultes a un experto en lactancia para que te ayude a solucionar cualquier problema que puedas tener. Recuerda que en los primeros días, la lactancia podrá ser difícil, pero con tiempo, ayuda y práctica se volverá una experiencia placentera para ti y para tu bebé.
¡Si ya tomaste la decisión de amamantar a tu bebé, no de des por vencida!