Los pezones agrietados y secos pueden causar mucho dolor e impedir una lactancia materna efectiva. Esos pueden ser causados por una variedad de razones como:
- El mal agarre de tu bebé al amamantar.
- El mal posicionamiento de tu bebé al amamantar.
- El descuido y la mala ventilación de los senos.
- El uso incorrecto del extractor de leche.
- La aparición de la candidiasis.
- Desprender a tu bebé sin romper la succión.
Para evitar estos problemas, te sugerimos que al amamantar a tu bebé te asegures de que esté bien posicionado y sujetado, de manera que succione correctamente. También te recomendamos que mantengas tus pechos secos y ventilados para prevenir la proliferación de hongos y bacterias en el área, y así no des lugar al desarrollo de infecciones. Al lavar tus pechos, no utilices sustancias como jabones, perfumes o cremas que puedan llegar a resecar tus pechos. Por último, asegúrate de siempre romper la succión con tu dedo antes de desprender a tu bebé de tu pecho.
Para más detalles sobre el cuidado adecuado de tus pechos, te sugerimos que leas los siguientes artículos:
- Estos artículos te enseñarán a lograr el agarre correcto y este te hablará sobre las posiciones ideales de la lactancia materna.
- Este artículo te dará una guía de como cuidar tus pechos para prevenir y curar lastimaduras.
- Este artículo te enseñará como utilizar un extractor de leche.
Cualquier duda que tengas respecto a la apariencia de tus senos al llevar a cabo la lactancia materna, te recomendamos acudir a un grupo de lactancia o a tu médico o asesor de lactancia.