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La importancia del instinto maternal en la crianza

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instinto maternal

Estás en el hospital con tu bebito recién nacido, cuando la lluvia de sugerencias y opiniones comienza: familiares, amigos, personal médico, todos parecen tener una opinión sobre cuál es la mejor forma de criar a tu pequeñito. Tú te sientes abrumada ¿a quién escuchas? Tu mamá te crió, tu suegra crió a tu pareja, tus amigas tienen ya experiencia y los doctores son expertos. Tu bebé empieza a llorar y la enfermera te asegura que tiene hambre y necesita leche de fórmula porque no te ha bajado la leche. Tu mamá dice que ella sabe justo como cargar a los bebés y tu amiga que te lo pongas al pecho. De nuevo ¿a quién le haces caso? Tú solo sabes que escuchar a tu bebé llorar te genera una enorme angustia y estás dispuesta a hacer lo que sea para que esté tranquilo.

Llegas a casa y las opiniones se multiplican. Tu cabeza se llena de consejos bien intencionados pero que muchas veces carecen de fundamento: “si lo cargas mucho se puede embrazar, “tu bebé te toma la medida”, “llorar es bueno para sus pulmones”, “si no aprende a dormir de bebé no van a dormir nunca”, “darle cereal hace que duerma mejor”, entre miles de otras sugerencias. La imagen idílica de la mamá contemplando a su angelito dormido en sus brazos va desapareciendo y es remplazada por la de una mamá que cuando escucha a su bebé llorar se siente ahogada en teorías e hipótesis: “¿lo estaré llenando?”, “¿ya se habrá mal acostumbrado?”, “¿tendrá reflujo?”, “¿le haré una limpia?”.

Hoy en día estás expuesta a enormes cantidades de información impresa y virtual sobre bebés y métodos de crianza. Nunca antes habían existido tantas revistas, libros, blogs o sitios web que te hablarán sobre tantos temas relacionados a tu bebé. Si bien el poder de tomar decisiones informadas puede ser una gran ventaja para entender y apoyar a tu bebé, el exceso de información también contribuye a crear miedos. Navegar en el mar de información sobre bebés sin una guía clara puede ser muy angustiante, ya que existen tantos libros y artículos como hay estilos y posturas sobre la maternidad. ¿Cómo sabes si lo que dicen los autores es cierto? ¿Cómo sabes en quién confiar? Muchos sitios y autores condenan prácticas que los contradicen, permitiendo que el miedo nos invada y causando que no le demos a nuestros hijos lo que necesitan.

Así, el miedo y la maternidad parecen ir de la mano. Pero el miedo tiene una gran desventaja frente al torrente de información y opiniones a las que te enfrentas como mamá. El miedo silencia a la voz más importante, a la opinión más sabia, a aquella que posee la sabiduría milenaria que ha permitido que sigamos existiendo generación tras generación: tu instinto maternal.

El instinto maternal es una fuerza sumamente poderosa, pues te dice: que estos no son simplemente mocos y que es necesario visitar al pediatra, que tu bebé no llora por un pañal sucio sino por hambre, que moverte y cantarle lo va a tranquilizar. Pero, ¿cómo escuchar a tu instinto? Aquí te compartimos algunos consejos:

  1. Cuídate a ti misma. Medita, haz yoga, come bien, duerme siestas, deja los platos sucios para el día siguiente. El estrés y el cansancio pueden esconder tu sabiduría interior.
  2. Recuerda que en la maternidad, ninguna decisión, ni acción aisladas son definitivas, ni determinantes. Es válido cuestionarte y aprender de tus errores.
  3. Para realmente escuchar tu sabiduría interna, cuando escuches a tu bebé llorar, pausa unos segundos, respira y recuérdate que tú eres la experta. Acércate y observa las señales que te da su cuerpo, silenciando por un momento teorías y consejos.
  4. Regálate a ti y a tu bebé el estar presente cuando interactúas con él. Deja a un lado dispositivos móviles y listas de pendientes; en lugar de eso: observa, escucha, toca y siente. El instinto se despierta a partir de la conexión mamá-bebé.
  5. Busca una red de apoyo de personas con ideas de crianza similares a las tuyas. Recuerda que hoy en día no es necesario limitarte a tu círculo inmediato. Si, por ejemplo, a ti te hace sentido el colecho y no recibes apoyo en tu entorno inmediato, busca redes sociales o grupos de apoyo con los que te identifiques.
  6. Elige cuidadosamente los libros, personas y sitos en los que confías. En momentos de tranquilidad, pregúntate qué te hacen SENTIR las ideas postuladas. Si te hace sentir incómoda la idea de escuchar llorar a tu bebé sin atenderlo, escucha a ese sentir.

El instinto maternal es una fuerza sumamente poderosa

¡Confía en ti y en tu poder. Deja que tu instinto maternal venza sobre el miedo en la crianza de tu bebé!

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