Fuente: flickr.com / Ray Dumas
Resulta sencillo imaginarte la necesidad que tiene tu bebé recién nacido por sentirse amado y protegido después de dejar tu vientre. Seguramente te preguntarás ¿cómo puedo demostrarle que todo estará bien y que nos tenemos el uno al otro? La respuesta es simple: abrazándolo.
Pocos minutos después del parto, tu bebé será colocado sobre tu pecho para vivir su primer contacto contigo. Este encuentro es muy importante para él, pues de recién nacido el poco tiempo que pasa alejado de ti le resulta sumamente estresante. Esto se debe a que después de dejar el vientre, se siente desprotegido, pero no te preocupes, pues cuando lo abrazas por primera vez se percibe seguro de nuevo. No todos los doctores y no todos los hospitales te pasarán a tu bebé de inmediato. Por lo tanto, es importante que desde que escojas a tu médico, le digas que tú quieres que te pasen a tu bebé en cuanto nazca para que puedas abrazarlo, así como alojamiento conjunto. Si quieres conocer los beneficios del alojamiento conjunto, da clic aquí.
Se ha demostrado que abrazar a tu bebé recién nacido apoya su desarrollo emocional. Al satisfacer sus necesidades afectivas primarias, es decir la contención y la vinculación, se siente protegido y comprendido. De esta manera aprende que cuenta contigo en todo momento. Esta seguridad ayudará a que en un futuro sea más independiente y tenga más autoestima.
Asimismo tiene beneficios psicológicos, pues el contacto “piel a piel” ayuda a estimular la actividad cerebral de tu bebé. Rápidamente aprende a distinguir el aroma y el tacto de sus seres queridos y va creando conexiones neuronales a través del uso de sus sentidos. A la larga, estas conexiones lo ayudarán a aprender más rápidamente sobre el mundo que lo rodea. Para saber más del contacto piel a piel con el bebé te invitamos a leer este artículo.
Por otro lado, tú también puedes disfrutar de los beneficios de abrazar a tu bebé recién nacido, por ejemplo, el contacto físico entre ustedes hace que tu cuerpo produzca oxitocina. Esta hormona, también conocida como la “hormona del amor”, ayuda a prevenir la depresión posparto. Aunque puedas sentir una presión muy grande al saber que tienes que cuidar a tu bebé, el contacto constante con tu bebé vuelve más fácil el proceso de entendimiento de tu rol de mamá, ayudando a evitar la ansiedad.
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Del mismo modo, el contacto “piel a piel” desde los primeros instantes ayuda a promover la lactancia materna ya que ayuda a que tus conductos lácteos se activen y puedas iniciar con la lactancia. También se ha demostrado que muchos de los bebés que entran en contacto directo con la mamá, se mueven instintivamente hacia su pecho para empezar a amamantar. Esto facilitará el proceso para tener una lactancia materna exitosa. Lee: Consejos para tener una buena lactancia durante los primeros días.
Es importante que tu pareja y tu familia participen también en esta actividad. Pues de esta manera tu bebé empezará a crear un vínculo con ellos y los verá como figuras de protección y amor.
¡Abrazar a tu bebé recién nacido es una conducta instintiva que no debes dejar de hacer por más que te den razones contrarias para no hacerlo!
