Durante el embarazo, pese a que tu bebé no puede ver más allá de su cordón umbilical y a que el útero es oscuro, tu bebé es capaz de distinguir diferentes cantidades de luz. La estimulación prenatal visual se puede practicar a partir del tercer trimestre del embarazo, cuando tu bebé comienza a ser capaz de percibir los fotones de luz que atraviesan tu pared abdominal.
Lo que sucede con este tipo de estimulación prenatal es que la luz que le llega a tu bebé activa sus nervios ópticos, los cuales a su vez crean conexiones neuronales que a la larga le permitirán tener una mejor orientación visual. Los ejercicios de estimulación prenatal visual son muy simples y se apoyan de la utilización de lámparas o fuentes de luz.
Otra herramienta de estimulación prenatal visual es el sol. Te recomendamos que te tomes unos minutos al día para sentarte bajo sus rayos y descubras tu panza para que el contacto sea directo. Tu bebé podrá percibir la luz del sol y además sentirá un calorcito muy placentero que lo ayudará a mantenerse relajado. Mientras tanto, a ti te ayudará a fijar el calcio, mineral importante en el embarazo, ya que la luz del sol proporciona vitamina D. Te recomendamos evitar los rayos directos del sol de las 10 de la mañana a 5 de la tarde y siempre utilizar protector solar.
Conoce más acerca de la estimulación prenatal y de los otros dos tipos de esta: la estimulación prenatal auditiva y la estimulación prenatal táctil.
¡Disfruta de la estimulación prenatal visual! Si tienes más dudas, puedes leer la guía para estimular prenatalmente a tu bebé.