“La mirada es la manera más sencilla de decir: te amo.”
Cuando mamá y bebé se miran a los ojos, sus cerebros se conectan y liberan las mismas hormonas que cuando nos enamoramos: oxitocinas y endorfinas.
Cuando se miran, mamá se enamora de su hijo, siente la necesidad de estar cerca de él, de cuidarlo y de alimentarlo. Además se hace hipersensible a los llantos y al aroma de su hijo; se concentra plenamente en él.
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Por otro lado, el bebé disminuye el estrés que podría sentir al encontrarse en un mundo nuevo. Esto lo relaja y le sirve para que pueda controlar sus emociones y su comportamiento. Y lo más importante: ayuda al bebé a reconocer a su madre, y a saber que está ahí para protegerlo.
Además, la mirada es un método de prevención de violencia, ya que es la base para conocer a este nuevo ser. Un niño mirado, acariciado, escuchado y atendido se comunica mejor con sus padres, desarrolla mayor autoestima, seguridad en si mismo y puede autorregularse, es decir que es un ser humano capaz de controlar sus impulsos. De igual manera, aprende a reconocer, controlar y expresar sus emociones; y a nivel cognitivo, puede concentrarse y recordar mejor.
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Te invitamos a que tú y tu bebé compartan una mirada llena de amor. No te imaginas todo lo que esta puede hacer para fortalecer el vínculo afectivo y la empatía entre ustedes dos.¡Invita a toda la familia a que haga lo mismo!