La leche materna es la mejor comida que se le puede dar a un bebé, ya que está diseñada a su medida. Esta contiene el balance ideal de proteínas, grasas, azúcares, vitaminas y minerales que necesita todo bebé. En cambio, la leche de fórmula no puede proveer todos estos nutrientes a la medida que cada bebé los necesita, porque es una preparación general.
La leche materna es tan buena que incluso si la mamá no está bien nutrida, su cuerpo procura producir la mejor leche posible, de manera que el bebé no tenga una deficiencia en nutrientes. También, a comparación de la fórmula, la leche materna es mucho más fácil de digerir para el bebé, reduciendo la frecuencia con que se constipa, le da diarrea o vomita.
Adicionalmente, se podría decir que la producción de leche materna es sabia, ya que su composición de nutrientes va cambiando con el tiempo, de acuerdo a las necesidades del bebé. Incluso, existen ligeras variaciones en su composición dependiendo de la hora del día. Además, Katie Hinde, la bióloga investigadora de la Universidad de Harvard, encontró que la leche materna producida por mamás de varones tiene componentes distintos que la leche producida por mamás de niñas. Este fenómeno se debe a que las necesidades alimenticias de cada género son ligeramente distintas.
La leche materna producida por mamás de varones tiene componentes distintos que la leche producida por mamás de niñas
En conclusión, los beneficios de la lactancia materna son muy superiores a los que tiene la leche de fórmula. Es un hecho que amamantar le brinda una dieta balanceada a tu bebé y que no existe nada mejor para alimentarlo.