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Mamá y papá son los facilitadores de experiencias y aprendizajes para sus hijos, y por lo tanto, son los responsables del desarrollo de su inteligencia. Son la ventana para que el mundo sea grato y cómodo para su bebé. Aunque todos los padres desean ser los mejores, en algunas ocasiones ocurre que no hay un buen acoplamiento entre ambas partes y es muy difícil que se dé el entendimiento.
El difícil acoplamiento mamá-bebé o papá-bebé, se debe al choque de estilos entre los padres y su hijo. Por ejemplo: una mamá muy activa, que tiene un bebé tranquilo, observador y pausado; o en caso contrario, puede haber una mamá tranquila con un bebé con un fuerte impulso motriz (inteligencia de movimiento). Sea cual sea el caso, la mamá puede llegar a sentirse incómoda y dudar de sus habilidades, ya que le es muy difícil entender y controlar a su hijo. ¡Ojo! Ninguno de estos ejemplos significa que no existan momentos de acoplamiento, ni que no exista amor entre la mamá y su hijo.
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Otras variables que crean un acoplamiento complicado son: el temperamento difícil de alguno de los dos, la relación de la madre con la pareja o el conflicto que causa el haber sido mamá, por ejemplo por las renuncias al mundo laboral o social. En general, todas las vivencias de la propia maternidad determinan el tipo de acoplamiento que se puede tener. Es importante mencionar que todas estas variables también influyen en el desarrollo o la inhibición de las habilidades del bebé. Si quieres saber sobre el temperamento difícil en niños da clic aquí.
Esto no representa un problema si los papás conocen que su trabajo es guiar a sus hijos desde temprana edad, aunque existan choques de estilos entre ellos y su bebé.
No se trata de cambiar el temperamento de su bebé, sino de conocerlo y aceptarlo; además de siempre acompañarlo con amor, respeto, comprensión y disciplina.
De esta manera, el bebé puede destinar su energía al movimiento, la exploración y el juego que más se adapten a su estilo. Ve el artículo: Balancear disciplina y diversión.
