Fuente: flickr.com / Big D2112
Hoy mi hijo me enloqueció, en el buen sentido de la palabra. Desde que abrió los ojos y oí como me decía “mamá, mami”, la manera en que me veía, me hacía cariñitos, me abrazaba, me daba besos. Como si yo fuera todo y lo mejor de su mundo. Fue de esas mañanas perfectas, que hacen que el resto de tu día sea perfecto tan solo de recordar como empezó todo. Uno de esos momentos que quieres congelar, instantes que no sabes como fotografiar, y que solo te puedes enfocar en disfrutar, gozar y guardarlos en tu corazón. Son estos pequeños momentos los que le abonan al amor más grande que existe y que te dan las dosis de fortaleza, de ánimo y de paciencia que necesitas el resto del día para lidiar con lo no tan perfecto.
No estoy diciendo que todos los momentos sean así, ni que la parte que involucra berrinches, correteadas, rotundos no, pelear por la comida y todos esos detallitos no tan mágicos sean más fáciles de sobrellevar después de haber vivido el momento perfecto. Estoy de acuerdo en que hay días que cuentas las horas para mandar a tu hijo a dormir, pero ya que lo ves acostado, como un angelito, no queda más que sonreír y agradecer por la bendición tan grande de ser mamá. Estoy segura, que inclusive el día más pesado y agotador, también está lleno de ocurrencias, sonrisas y alegría.
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Seguramente mi esposo al leer esto diría que los niños pequeños tienen un poco de tiranos. Yo en cambio, prefiero enfocarme y disfrutar de los momentos positivos en los que hay besos babosos y abrazos apretados. Esto me ayuda para tratar de resolver el resto del día, paso a pasito. Un día a la vez es más llevadero con momentos perfectos y mágicos, y para disfrutarlos debemos estar abiertas para percibirlos y poder disfrutarlos mientras duran; claro, aunque estén acompañados de momentos de locura y desesperación. ¿O no? ¿Ustedes qué opinan?
Un día a la vez es más llevadero con momentos perfectos y mágicos, y para disfrutarlos debemos estar abiertas para percibirlos y poder disfrutarlos mientras duran.
Así como hay mañanas perfectas, también hay cosas que cuestan trabajo. Por eso, te recomendamos leer este artículo.
