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Algunas mujeres que amamantan producen más leche de la que necesita su bebé. El principal problema ligado al exceso de producción de leche materna es que suele salir a gran velocidad, dificultando la lactancia para el bebé.
¿Cómo saber si tengo demasiada producción de leche?
- Tu bebé toce, se atraganta o parece no poder tragar la leche que sale de tu pecho.
- Tu bebé vomita de modo frecuente.
- Tu bebé se desprende frecuentemente mientras amamanta.
- Tu bebé para de succionar frecuentemente mientras amamanta.
- Goteas mucha leche entre sesiones de lactancia.
- Sientes que tus pechos están inflamados y adoloridos todo el tiempo.
Si crees que estás teniendo un exceso de producción de leche materna, te recomendamos lo siguiente:
- Trata de utilizar una posición que permita que la leche fluya en contra de la gravedad, de este modo saldrá con menor velocidad. Las posiciones más efectivas para lograr esto son las que permiten que la cabeza y garganta de tu bebé estén por encima de tu pezón. Por ejemplo, las posturas recostadas.
- Intenta extraerte un poco de leche antes de empezar a amamantar a tu bebé. Esto aflojará tus pechos y reducirá la cantidad de leche que le llega a tu bebé. Sin embargo, no extraigas demasiada leche ya que esto promoverá que produzcas aún más leche.
- Intenta darle de comer a tu bebé antes de que tenga demasiada hambre para que succione de un modo más suave. Esto puede llegar a reducir el flujo de leche.
- Intenta amamantar frecuentemente. De este modo evitarás que tus pechos se llenen excesivamente.
- Dale de comer utilizando un único pecho a la vez. Si tu bebé se desprende, regrésalo al mismo pecho. Si sientes mucha presión en el otro pecho, puedes extraerte un poquito de leche de modo manual (no extraigas demasiada leche para no promover mayor producción). A la siguiente toma, cambia de pecho.
- Evita sobreestimular tus pechos.
- Evita extraer más leche de la necesaria.
- Aplica compresas frías durante 20 a 40 minutos al día. El frío puede ayudar a reducir tu producción de leche.
Después de algunas semanas, se debería estabilizar tu producción de leche. Si esto no ocurre, te recomendamos buscar la asesoría de un consultor de lactancia.
Por último, toma en cuenta que las mujeres que tienen un exceso de producción de leche materna tienen mayor probabilidad de que se les obstruya un ducto lácteo o de desarrollar una mastitis. Si sientes cualquier bolita o dolor inusual o si el sabor de tu leche se vuelve salada, te recomendamos consultar a un especialista.
