Fuente: flickr.com / Steve Smith
Los suplementos alimenticios son fármacos que contienen vitaminas, minerales, entre otros elementos necesarios para complementar tu nutrición. Es importante que sepas que estos no están destinados a curar enfermedades, ni sustituyen una alimentación equilibrada. Por lo tanto es necesario que, aunque los consumas, mantengas un estilo de vida saludable; sin dejar recaer la responsabilidad de tu bienestar en estos suplementos.
Durante el embarazo necesitarás complementar tu alimentación consumiendo una dosis más alta de los elementos que tu cuerpo requiere. Esto se debe a que tu cuerpo trabajará más fuerte para asegurar el correcto desarrollo de tu bebé y necesita más “energía” para mantener sus funciones de manera adecuada. Los suplementos recetados durante el embarazo son:
Ácido fólico: Previene las malformaciones en los bebés durante el embarazo. Además ayuda a prevenir los partos prematuros. Otro beneficio es que disminuye el riesgo de que tu bebé presente retraso mental. Se recomienda tomarlo desde antes de quedar embarazada.
Calcio: Ayuda al crecimiento de los huesos, músculos y dientes de tu bebé. Asimismo, es fundamental para el desarrollo de su sistema circulatorio y nervioso. Para ti trae beneficios como controlar tu presión arterial, evitar los calambres en las piernas y prevenir la osteoporosis.
Hierro: Evita la anemia, la cual puede generar agotamiento y dolor de cabeza excesivo. En los casos más graves, la anemia puede llevar a un parto prematuro, puede ocasionar que tu bebé tenga anemia al nacer o, en un caso muy extremo, incrementar las probabilidades de una muerte posparto.
Te recomendamos acudir al médico para que te prescriba las dosis adecuadas para ti. La dosis de cada suplemento depende de la situación particular de cada mujer. Te pedimos que no te automediques, ya que un exceso de suplementos también pueden traer consecuencias negativas. ¡Cuídate para estar sana para ti y para tu bebé!
