Tu hijo va a ir cambiando el tipo de leche que toma conforme vaya creciendo. Siempre es recomendable iniciar con leche materna, ya que contiene los nutrimentos necesarios para el crecimiento y desarrollo de tu bebé, y le aporta defensas para protegerlo de infecciones; además, contribuye a crear un vínculo especial entre el pequeño y tú.
Hay muchas mamás que no pueden alimentar por medio de la leche materna, por lo que se crearon las famosas “fórmulas de leche”. Durante los primeros 6 meses de vida se debe dar al bebé fórmulas de inicio (etapa 1) o leche materna. De los 6 a los 12 meses es recomendable cambiar a fórmulas de continuación (etapa 2), o bien continuar con leche materna. Estas fórmulas cambian su contenido, ya que su uso es para complementar el alimento semisólido con el que tu bebé va a iniciar (proceso de ablactación).
Hoy en día existen también fórmulas especiales, por ejemplo, de soya, hipoalergénica, antireflujo, altamente hidrolizada, parcialmente hidrolizada, elementales, etc., cada una con una indicación específica. Tu pediatra te recomendará alguna de estas leches, dependiendo de si tu bebé presenta alguna alteración, como reflujo, alergia a las proteínas de la leche, etc.
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A partir de los 12 meses de edad se puede continuar con fórmulas de crecimiento (etapa 3), las cuales contienen la cantidad necesaria de vitaminas y minerales que tu hijo requiere en este periodo de crecimiento acelerado, así como de lípidos (grasa) para el desarrollo cerebral adecuado, que ocurre durante los primeros 2 años de vida. Es muy importante tomar en cuenta esto último, ya que si antes de esta edad iniciamos con leche descremada (light), podemos afectar el crecimiento cerebral del niño, pues este tipo de leche no contiene tantos ácidos grasos esenciales.
Cuando tu hijo ya cumplió los 2 años de vida puedes iniciar con leche descremada (light) o semidescremada. A esta edad ya no afectará en su desarrollo y de hecho es recomendable dársela porque contiene menor aporte energético (debido al menor contenido de grasa); así puedes prevenir el sobrepeso y la obesidad, creando un hábito saludable en la familia.
La cantidad de grasa que contiene la leche entera únicamente le ayudará a tu bebé en los primeros 24 meses de vida; posteriormente ya sólo es grasa extra en la dieta. La única diferencia entre la leche entera y la leche light, es que a ésta le quitan la grasa saturada, la cual ya no es indispensable a partir de los 2-3 años de edad.
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Referencias:
- Sanjurjo CP. Nutrición infantil y salud mental en el niño y en el adulto. Acta Pediatr Esp.2008; 66:399-408.
- Ferrer Lorente B., Dalmau Serra J. Fórmulas de continuación y fórmulas de crecimiento. Acta Pediatr Esp. 2005;63: 471-475.
- Andres-Martinez J., Ballew MP. Infant Formulas. Pediatr in Rev. 2011; 32:179-189.
- Organización Panamericana de la Salud y OMS, Principios de orientación para la alimentación del niño no amamantado entre los 6 y los 24 meses de edad. Washington, DC. 2007.