Algunas mamás creen que el orden y la limpieza son lo más importante y les cuesta trabajo aceptar que los bebés al jugar ensucian y desordenan. Si tú te has encontrado ante ese tipo de situaciones y eres obsesiva de la limpieza, es muy importante que entiendas que para todo hay un momento. En esta etapa es mucho más importante que tu bebé explore y manifieste su curiosidad (incluso aunque esto signifique que ensucie y desordene todo lo que encuentra a su paso), a que todo esté en perfecto orden.
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Sería genial que pudieras respetar esta necesidad. Además, te sentirás más tranquila si poco a poco le vas enseñando que lo que saca lo tiene que guardar o que lo que ensucia, lo tiene que limpiar. Sin embargo, es importante que todo lo hagas a su tiempo, con paciencia y enseñándole sin imponer.
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Toma en cuenta que no se trata de que tu bebé sea el más limpio y ordenado, sino de que tú respetes su necesidad de explorar.
Toma en cuenta que no se trata de que tu bebé sea el más limpio y ordenado, sino de que tú respetes su necesidad de explorar. Este problema de la obsesión por la limpieza no terminará al enseñarle a tu bebé a no ensuciar, sino que debes cambiar tus hábitos para darle menos importancia a ese desorden que tanto te molesta, ya que será parte de tu día a día. La clave está en que aprendas a manejarlo.
En caso de que sientas que todo se sale de tu control y no puedas con la frustración del desorden, te recomendamos buscar ayuda profesional. Recuerda que lo más importante es que vuelvas a conectarte con tu niña interior para que puedas disfrutar de esta etapa tanto como tu bebé.
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