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El acto de llorar es una conducta innata, no es aprendida. Un bebé no tiene tiempo para aprender a llorar, éste es su única forma de comunicación, depende del llanto para sobrevivir y es a través de éste que avisa y expresa sus necesidades. Por ello, es indispensable que llore desde que nazca.
Dada la total dependencia de un bebé, y su incapacidad de conseguir algo por su cuenta, el llanto de un bebé ha sido descrito como “el cordón umbilical acústico”. De hecho es realmente imposible ignorarlo, sea el de un hijo o el de un bebé extraño.
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El llorar no depende de aspectos culturales, es universal. Aparece desde el nacimiento y existe a lo largo de toda nuestra vida, mostrándose en distintos patrones. Aquí algunos ejemplos:
- Va aumentando hasta alrededor de las 6 semanas de vida y disminuye a los 4 meses. A partir de allí se mantiene estable hasta alrededor del año de edad. Este patrón se da independientemente de las prácticas que adopten los padres.
- Los bebés prematuros presentan los mismos patrones ajustados a su edad, lo cual indica que se debe a maduración, no a conductas externas. Diferencias en conductas de los padres pueden atenuar este patrón, pero no eliminarlo.
- En el primer año de vida el llanto de un bebé se manifiesta en la última parte de la tarde, al igual que en los adultos que se muestran más emotivos en ese momento del día.
- En el segundo año de vida el bebé ya reconoce si se encuentra cerca de la persona que lo cuida y muestra la influencia de la educación que recibe. Sin embargo, el llanto se da mucho menos, pues está siendo sustituido por el habla.
Conoce algunas actividades para reforzar el vínculo afectivo con tu bebé.
¿Por qué lloran los bebés?
- La causa más común por la que lloran los bebés recién nacidos son los cólicos. De ahí se deriva la regla conocida como “ la regla de los 3 de Wessel” que dice: si llora más de 3 horas al día, más de 3 días a la semana, más de 3 semanas al mes, tiende a ser por cólico.
- El llanto de un bebé es contagioso. Si un bebé escucha a otro llorar, él empezará a hacerlo también. Algunos investigadores lo han descrito como una conducta precursora a la capacidad de mostrar empatía.
¿Sabías que? El llanto de un bebé aumenta la temperatura de la leche de la madre y también estimula su reflejo para que la leche baje.
Fuente: Robert s. Provine (2012). “Curious Behavior”, Belknap Press, Cambridge, MA.
