Fuente: 1234f.com
El parto, al ser una experiencia única en la vida, no tiene por qué ser visto como un procedimiento médico rutinario, ya que muchas dimensiones de la mujer están en juego. Además es el inicio de la maternidad, y al ser una experiencia única, queda marcada para siempre en el subconsciente de la mujer y del bebé.
Es por ello que existen ciertas recomendaciones emitidas por la Organización Mundial de la Salud y por la Norma Oficial Mexicana para la Atención de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio, y del recién nacido. El objetivo de estos es promover el parto humanizado. Dichas recomendaciones podrás tomarlas en cuenta cuando realices tu plan de parto y podrás exigirlas en el nacimiento de tu bebé, porque están respaldadas a nivel internacional.
A continuación te presentamos tus derechos al momento de dar a luz:
- Ser atendida. Tienes derecho a recibir una atención de calidad, sin importar tus orígenes, estado civil, edad, condición social y de salud. Además debes ser respetada en todo momento. Otro punto importante es que el personal de salud te debe atender con la calidez que amerita el nacimiento de tu bebé.
- Estar informada. El personal de salud deberá resolver claramente todas las dudas que tengas y proporcionarte toda la información que necesites acerca de tu estado, el de tu bebé y los procedimientos que les serán practicados.
- Tomar decisiones. Una vez que ya recibiste toda la información necesaria, tienes derecho a tomar decisiones y que sean respetadas por el personal que te atiende. A esto se le conoce como: consentimiento informado. Puedes decidir el tipo de parto que quieres, tomar decisiones relacionadas con tu salud y la de tu bebé, la ropa que deseas usar, entre otros.
- Elegir a tu acompañante durante el parto. Tienes derecho a que tu pareja, algún familiar o alguna amiga te acompañe durante la labor de parto y el nacimiento de tu bebé. Incluso puede estar contigo una doula o acompañante de parto para brindarte técnicas de relajación y control del dolor. Asimismo, puedes decidir hacerlo sola.
- Tener libre movimiento durante el trabajo de parto. No necesariamente debes permanecer en cama desde que llegas al hospital hasta que sales; puedes elegir si deseas caminar, sentarte o la posición que te sea más cómoda para ese momento. Tal vez te interese ver: ¿Cómo saber si ya empezó el parto?
- Elegir la postura para que nazca tu bebé. Puedes probar distintas posturas (acostada, en cuatro puntos, en cuclillas) hasta que una te acomode para pujar y que nazca tu bebé.
- Pedir agua y/o algún alimento ligero en el trabajo de parto. A menos que tu médico haya dado otra indicación, puedes tomar agua para hidratarte durante el trabajo de parto e incluso comer algo ligero. Recuerda que puede llegar a ser un proceso largo, por lo que necesitas de mucha energía.
- Que tu intimidad sea protegida. Sin tu consentimiento, tu caso no puede ser objeto de enseñanza para los médicos que apenas empiezan, por lo que puedes pedir que los tactos pélvicos se limiten al mínimo necesario y que sean realizados únicamente por tu médico y/o enfermera. Además, el personal del hospital tampoco deberá revelar tu información personal a desconocidos o personas que no sean cercanas a ti.
- Conocer a todas las personas que te van a atender. Es obligación de tu médico presentarte a su equipo para que conozcas a todas las personas que lo integran y sus funciones, y sepas a quien puedes acudir en caso de tener alguna duda o problema.
- Decidir qué hacer con el cordón y la placenta. Es tu decisión y de tu pareja lo que se hará con el cordón umbilical de tu bebé (guardarlo o retrasar el pinzamiento) y la placenta.
- Contacto piel a piel inmediatamente después del nacimiento. Esta acción es muy importante para iniciar el vínculo afectivo con tu bebé, además de que ayuda a regular su temperatura corporal. Tienes derecho a realizarlo sin importar si tuviste un parto natural o una cesárea.
- Iniciar la lactancia materna inmediatamente después del nacimiento de tu bebé. Al igual que en el punto anterior, los médicos deberán brindarte un espacio para hacerlo (de preferencia dentro de la primera hora de vida de tu recién nacido), y proporcionarte orientación para empezar con éxito la lactancia materna. Ve nuestro artículo: Alimentación del recién nacido.
Te recordamos que la finalidad de que conozcas estos derechos es que puedas exigir y recibir una atención de calidad en el nacimiento de tu bebé. ¡Lo más importante es que disfrutes al máximo la experiencia de traer al mundo una vida nueva!
