¿Te has hecho alguna vez esta pregunta? Ya sea en Navidad, en un cumpleaños, en el día del niño o en una ocasión especial, ¿has pensado en regalar un perrito a tus hijos? ¿No sabes qué decisión tomar? La próxima vez que te lo preguntes, considera lo siguiente:
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10 cosas que debes tomar en cuenta antes de regalar un perro
- Un perro es un ser vivo que merece respeto y sobre todo, amor y cuidados. La persona que lo reciba debe asumir la responsabilidad de tenerlo en casa, así como la energía y el tiempo suficiente para atender sus necesidades básicas como: comer, bañar, pasear, jugar, asear, etc.
- Pero si el nuevo dueño es un menor, toma en cuenta que tanto tú como tu pareja deberán tomar casi la responsabilidad total del animal. Y digo casi porque poco a poco (conforme vaya creciendo) deberás enseñarle a tu hijo a amarlo y a hacerse cargo de él.
- El espacio donde habite debe ser amplio. Un perro no puede estar amarrado o encerrado en un lugar pequeño.
- Ya sea adoptado o comprado, asegúrate de que el animal esté sano. Debe ser amistoso y no debe mostrar señales de agresión.
- Considera los gastos que tendrás que solventar al tener en casa a un nuevo miembro de la familia: hogar, alimentación (de acuerdo a su edad y tamaño), accesorios de identificación (correa y placa), juguetes, vacunas, visitas al veterinario e incluso, a la estética.
- Consulta con un veterinario sobre las diferentes razas que existen y cuál es la más indicada para ti y tu familia. Existen razas que son más hiperactivas, unas que comen una gran cantidad de comida, otras que son de guardia, unas necesitan realizar más actividad física e incluso, otras que no tienen una buena relación con los niños, debido a que son muy nerviosas.
- Si ya lo pensaste bien y decidiste tener un perrito en casa, antes de llevarlo, haz una parada en la veterinaria para que lo desparasiten y le apliquen las vacunas correspondientes a su edad.
- Antes de que llegue a tu hogar, acomoda bien los cables, las macetas, las plantas o los objetos que puedan estar al alcance de una curiosa nariz y unas rápidas patitas. ¡Cuida tus zapatos!
- Organícense como familia para que cada miembro tenga, por lo menos, una responsabilidad con el can: sacarlo a pasear, darle de comer, bañarlo, limpiarle el área destinada para ir al baño, cambiarle el agua de su platito, estar al pendiente de sus nuevas vacunas, etc.
- Por último, te recomiendo que si piensas que tu hijo (o tu familia) no es capaz de asumir la responsabilidad de tener un perro en casa, optes por otro tipo de regalo. Toma en cuenta que algunos niños se entusiasman con los perritos sólo durante algunos días, con el paso del tiempo empiezan a olvidar o a delegar obligaciones, e incluso prefieren solamente a los cachorritos. Recuerda que por ningún motivo (divorcio, llegada de un bebé, cambio de casa…) debes abandonar a un perro. ¡Él también siente!
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