Los seres humanos tenemos la necesidad de vincularnos afectivamente con las personas que nos rodean. Esto es especialmente cierto para tu bebé, ya que en sus primeros años de vida necesitará del cariño y cuidado de sus seres cercanos para poder vivir plenamente. Como resultado de esto, irá generando vínculos afectivos que se intensificarán con el tiempo, pero tal vez te preguntes: “¿cómo le hago para crear estos vínculos afectivos con mi bebé?”.
Desde que tu bebé está en tu panza, y a lo largo de toda su vida, necesita satisfacer su necesidad básica y primaria de seguridad emocional. Esto incluye la experiencia de ser aceptado incondicionalmente, querido, valorado, protegido y sostenido. Al tener todas estas necesidades emocionales satisfechas, un bebé es capaz de desarrollar el autoestima y la fortaleza necesarias para poder funcionar de manera saludable en la edad adulta. Para conocer las actividades que han ayudado a una de nuestras mamás-bloggeras a estrechar el vínculo afectivo con su hijo, da clic aquí.
La necesidad emocional es una de las necesidades más difíciles de sustituir o de compensar, ya que solo se logra al estar en contacto físico y emocional con otras personas, por medio de abrazos y amor. Es por ello que el afecto que recibe el niño durante sus primeras horas y meses de vida es tan importante y marca la diferencia entre convertirse en una persona carente y con baja autoestima, o una emocionalmente saludable y asentada en la seguridad y pertenencia.
Si eres mamá que trabaja, en este artículo podrás encontrar algunos consejos para generar
un buen vínculo de apego con tu bebé.
Por eso, la falta de contacto físico del bebé con la madre provoca un desarrollo incompleto o perjudicial. Por ejemplo, en ciertos orfanatorios, donde el contacto físico es más limitado, se ha observado una mayor incidencia de niños con resagos irreversibles en su desarrollo emocional e intelectual. Como consecuencia, los niños que no son adecuadamente mecidos, arrullados, cargados o acariciados, corren el riesgo de ser adultos más propensos a depresiones, abusos, adicciones, entre otros problemas.
Yo lo que te recomiendo que sigas a tu instinto materno, que le des a tu bebé continua estimulación táctil a través del contacto “piel-a-piel,” de los abrazos, los arrullos y las caricias. No te limites, recuerda que estos serán determinantes en el crecimiento de tu niño. El simple hecho de estar cargado o sostenido por ti, mientras tú realizas las tareas cotidianas, le permitirá a tu bebé relacionarse con el mundo exterior y con su entorno. Esto además satisfacerá su necesidad primaria de pertenencia y aceptación total, lo cual le permitirá crear vínculos afectivos intensos, saludables y perdurables.