Fuente: Flickr.com/Raissa Ruschel
Te recomendamos empezar la lactancia materna desde el primer contacto que tengas con tu bebé recién nacido. En caso de que resulte difícil que tu bebé succione o que a ti te baje la leche en el primer intento, te recomendamos pegártelo frecuentemente, evitando darle fórmula. Aunque amamantar es un proceso natural, la lactancia materna es algo que ni tú, ni tu bebé saben hacer. Por lo tanto, ambos tendrán que aprender y practicar hasta que se vuelva un proceso lindo y natural. Para lograr esto, te recomendamos que te informes sobre cómo lograr un buen agarre y una buena posición. Por último, si puedes, te aconsejamos que le pidas ayuda a una consultora de lactancia o que te unas a un grupo de lactancia para que te guíen en este proceso durante los primeros días.
Aunque amamantar es un proceso natural, la lactancia materna es algo que ni tú, ni tu bebé saben hacer.
Como guía general, para que puedas amamantar a tu bebé correctamente, coloca su cuerpo contra tu vientre, con su carita a la altura de tus senos. Toca su boquita con tu pezón para estimular el reflejo de succión. Una vez que abra la boca, ayúdalo a acomodarse en tu pecho, de manera que su boca cubra toda la areola, es decir la parte oscura que rodea el pezón. Evita usar tus dedos como pinzas sobre el pezón para tratar de que salga más leche, ya que esto solo le impide a tu bebé acercarse bien a tu pecho.
Sabrás que todo va bien con la lactancia cuando tu bebé tenga los labios estirados hacia fuera, de manera que el labio inferior casi toque su barbilla y el labio superior esté muy cerca de su nariz. Igualmente, tu bebé deberá succionar de manera constante, moviendo su mandíbula, sin dejar escapar aire o lucir inquieto. Por último, asegúrate de que en efecto esté tragando leche y no únicamente succionando tu pezón. En las primeras semanas es normal sentir un poco de dolor, sin embrago, si este es demasiado intenso o si perdura con el paso del tiempo, es importante que consultes a un asesor de lactancia para que te ayude a corregir tu técnica de lactancia.
En las primeras semanas es normal sentir un poco de dolor
Durante los primeros días producirás una sustancia rica en proteínas llamada calostro, la cual le brindará a tu bebé todos los nutrientes que requiere para sus primeros días. Durante las primeras semanas, alimentarás a tu bebé de modo muy frecuente, en promedio entre 10 y 12 veces al día. Incluso, muchos bebés recién nacidos toman leche de modo muy frecuente durante dos o tres horas y luego descansan durante un periodo largo de tiempo. A este fenómeno se le conoce como alimentación agrupada y es completamente natural. Con el paso del tiempo, producirás leche más rica en grasas que lo saciará por más tiempo, reduciendo el número de veces que debes amamantarlo.
Ahora que ya sabes cómo amamantar a un bebé, te recomendamos hacerlo siempre que tu bebé te dé indicios de que tiene hambre o si ya pasaron 4 horas desde la última vez que comió. Nunca intentes aplazar la hora de comida de tu bebé recién nacido, ni trates de ponerle rutinas. Tu bebé, por ahora, no tiene nociones del tiempo y su comportamiento solo obedece a sus necesidades fisiológicas y de afecto.
