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El cerebro de un bebé está enfocado a aprender, no a recordar. Desde su nacimiento, el bebé trata de entender lo que sucede a su alrededor, y absorbe todo lo que sucede. Ese mismo proceso enfocado a aprender, es el que lo protege de no tratar de memorizar ya que esa no es una necesidad prioritaria en esa fase de su desarrollo.
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Los bebés desarrollan una gran cantidad de neuronas de forma muy rápida y con la edad se va disminuyendo esta producción. En niños de hasta tres años de edad el mismo proceso que le permite producir muchas neuronas, es el que limita el desarrollo de memorias permanentes respecto a lo que le sucedió en esa fase de su vida. Así por ejemplo tu hijo de 18 meses recordará un caracol, que jugó con un amigo, de qué fue la piñata de una fiesta ó a un gato amarillo que vio uno o dos días antes, pero al menos que refuerces ese recuerdo, lo más probable es que lo perderá.
Etapas de desarrollo de la memoria
- 0 a 2 años: Se forman breves recuerdos.
- 2 a 3 años: Empiezan a formarse recuerdos de hechos y eventos, pero estos son aún efímeros ya que el hipocampo, que es clave para memoria a largo plazo, no ha madurado.
- 4 a 7 años: Mejora la memoria a corto plazo. Empieza a desarrollarse la habilidad para planear y recordar.
- 8 a 10 años: Los niños habrán ya olvidado más del 60% de sus recuerdos de sus primeros tres años.
- 10 a 12 años: Empieza a mejorar la memoria a largo plazo, ya que el hipocampo ha casi madurado. También aparece la habilidad de suprimir recuerdos conscientemente.
- 13 a 21 años: La corteza temporal superior del cerebro, que es la encargada de integrar información y la corteza prefrontal dorsolateral, que es en parte la responsable de la memoria a corto plazo, siguen madurando hasta que cumplimos de 20 a 25 años. Esto puede explicar el que la memoria se va enriqueciendo y haciendo más compleja en la edad adulta joven.
¿Sabías que? El que una mamá esté expuesta a plomo durante el embarazo puede dañar el cerebro de su bebé. Tomar calcio, hierro o zinc durante el embarazo puede ayudar a disminuir altos niveles de plomo en la sangre.
Fuente: Scientfic American Mind, Septiembre/Octubre, 2014.
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