Es completamente natural que la mayoría de las mamás, como tú, experimenten algún tipo de estrés al estarse preparando para la llegada de su bebé. El nacimiento de tu hijo es un evento que te cambia la vida por completo y que trae preocupaciones de todo tipo. A muchas mamás las hace dudar sobre su capacidad para educar a un nuevo bebé, para otras mamás este periodo está caracterizado por miedos que no sabían que existían. Estos van desde miedos relacionados a la salud o al nacimiento de tu bebé hasta ansiedades por tu situación financiera o el impacto que tu bebé tendrá en tu vida personal y profesional. ¡No te preocupes! Estos miedos son completamente normales. Lo importante es que te des cuenta que existen herramientas y técnicas para que logres relajarte lo más posible. Ahora, seguramente te estarás preguntando ¿por qué es tan importante que esté relajada en este proceso? Aquí te tenemos la respuesta.
Lo importante es que te des cuenta que existen herramientas y técnicas para que logres relajarte lo más posible.
La conexión entre tu bebé y tú es tan intensa que durante 9 meses tu bebé sentirá todos tus estados emocionales, por eso es importante que puedas relajarte la mayor parte del tiempo. Las emociones positivas lo harán estar más tranquilo, feliz y relajado; pero las emociones negativas lo impactarán con estrés, tristeza y hasta enojo. Desde que tu bebé está creciendo en ti, irá forjando características físicas y emocionales que lo impactarán a lo largo de su vida. Por ejemplo, la ansiedad suele tener un impacto en la producción de hormonas de estrés que logran cruzar la placenta y llegar hasta tu bebé, mientras que el relajarte durante el embarazo produce todo lo contrario. Las posibles consecuencias de estas hormonas son que tu bebé pueda nacer de manera prematura o que impacten el ritmo de crecimiento de manera negativa. Es importante aclarar que generalmente estos fenómenos se presentan en los casos en que las mamás tienen ansiedades o depresiones crónicas y no en casos en los que las mamás se estresan de manera aislada y de vez en cuando.
Aunque tu estrés se presente por episodios, es muy importante que sepas que el cuidado físico, que incluye tu alimentación durante el embarazo, es tan importante como tu cuidado emocional. La diferencia es que el cuidado emocional no es visible, como lo sería el peso. Sin embargo, tu cuidado emocional no solo tiene un impacto en tu bebé, sino en ti y favorecerá que tengas un embarazo saludable y que puedas disminuir las probabilidades de una depresión posparto. Por todo esto te recomendamos relajarte durante el embarazo.
Mientras lees esto, puede ser que sientas aún más presión y estrés al darte cuenta del impacto que tu estado emocional tiene en tu bebé y en ti. Esto puede resultar caótico, porque se puede volver un círculo negativo en el que estás estresada, después te estresas por estar estresada, con lo que te sientes aún más estresada y te estresas todavía más por sentir ese estrés. Este mecanismo de respuesta cerebral es muy común, la buena noticia es que es evitable y que puedes disminuirlo considerablemente con ciertas herramientas para relajarte. Así que no te preocupes, mejor da click aquí y aprende cuales son las herramientas para estar en paz, tranquila y con la menor cantidad de angustias posibles.
Recuerda que disfrutar física y emocionalmente de tu embarazo es tu responsabilidad, que no requiere de demasiado esfuerzo y que la diferencia en tu felicidad es abismal. Te invitamos a explorar y a practicar el relajarte durante el día y a disfrutar de los cambios favorables que esto te traerá durante tu embarazo.