Las estrías son uno de los temores estéticos más grandes para las mujeres embarazadas. Desafortunadamente, una de cada dos mujeres las padece debido a que su piel se estira excesivamente durante nueve meses. No hay manera de saber si tú las padecerás o no, pero un factor determinante es la genética: si tu mamá tuvo estrías en el embarazo, es muy probable que tú también las tengas.
Las estrías son rupturas en la piel que ocurren al estirarla, por eso es muy común que durante el embarazo aparezcan en el área abdominal, en las caderas y en los glúteos. Entre más rápido se expanda tu abdomen, más posibilidades hay de que aparezcan estrías en tu piel. Las mujeres que esperan gemelos o múltiples bebés, son más propensas a desarrollar estrías en el embarazo. Esto se debe a que aumentan más de peso, causando un mayor estiramiento de su piel.
En algunas mujeres, las estrías son de un color más claro que el de su piel. Estas estrías son menos notorias y más fáciles de desvanecer después del parto que las que son de color rojizo o de un tono más oscuro que el color natural de la piel. Desafortunadamente, cualquier tipo de estría es difícil de eliminar por completo con tratamientos a base de cremas. Los tratamientos más efectivos se pueden realizar después del parto y del periodo de lactancia, pero suelen ser muy costosos ya que involucran cirugía o láser.
Ya que es tan difícil eliminar las estrías, te recomendamos que tomes las medidas necesarias para prevenirlas. Te sugerimos que al inicio de tu embarazo visites a tu dermatólogo para que te recomiende una crema antiestrías, la cual mantendrá tu piel hidratada y elástica. También es importante que durante el embarazo mantengas una dieta balanceada, que te mantengas bien hidratada tomando mucha agua y que subas de peso de modo controlado.
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