Rol en el desarrollo emocional del bebé:
Anteriormente se pensaba que el rol del papá adquiría mayor importancia cuando el bebé era más grande. Específicamente, cuando su hijo comenzaba a crecer, a desarrollar su motricidad y a adquirir la habilidad del lenguaje. Por ello se dejaba la mayor parte de la primera etapa del desarrollo emocional y físico del bebé, a cargo de la mamá. Sin embargo, actualmente y dentro de la cultura occidental, se recomienda que el padre participe en todos los cuidados del bebé recién nacido, ya que tienen la habilidad y la capacidad para hacerlo adecuadamente.
En muchos cuentos, fábulas e historias, podemos encontrar cómo los papás, a lo largo del tiempo, han tenido el deseo de cuidar, proteger y estar cerca de sus hijos. Por ejemplo, dentro de la mitología griega, encontramos al dios Zeus que da a luz a Atenea y de su muslo nace su hijo Dionisos.
Las pocas observaciones e investigaciones que existen sobre el vínculo padre-hijo muestran que el padre puede desempeñar perfectamente bien las funciones de la crianza de su hijo/hija. A la vez, su cercanía beneficia al bebé en varios aspectos; por ejemplo, lo puede ayudar a tranquilizarse. Esto porque por lo general la energía masculina es más equilibrada y ecuánime que la femenina y eso, muchas veces, ayuda a que el bebé se estabilice cuando está en un llanto desconsolado.
Es por eso que el rol del papá en el desarrollo emocional del bebé es tan importante. Si algún papá está leyendo mis palabras, quiero decirte que eres tan necesario como mamá para desarrollar seres humanos con un corazón limpio, grande y con una mente objetiva y equilibrada.
Rol en el apoyo a la mamá:
La función del papá en el posparto comienza desde el primer día de vida de su bebé. Como te platiqué en la primera parte, el papá debe apoyar en el cuidado del bebé desde su nacimiento, pero también tendrá que procurar y cuidar a mamá. Se recomienda que el rol de papá, además de conectarse con su bebé y participar en sus cuidados, sea encargarse de mamá; especialmente durante los primeros 3 a 4 meses del bebé.
Al ser un apoyo para mamá, ella estará mejor para conectarse con su bebé (Lee el artículo: Tres actividades que me han unido a mi hijo) y generar ese vínculo tan fuerte que se da con la lactancia materna (Ve el artículo: La lactancia materna ayuda al desarrollo emocional de tu bebé). Además, una madre amada y feliz podrá darle más amor y felicidad a su recién nacido, y tendrá menos probabilidades de sufrir una depresión posparto y más herramientas para manejarla de manera más sana.
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Y, ¿a qué me refiero con consentir o apoyar a la nueva mamá? La respuesta depende de los gustos de cada mujer. Algunas necesitarán muchos abrazos y ser escuchadas, otras preferirán algún masaje en la espalda, mientras que otras simplemente necesitarán llamadas más constantes durante el día o que les cocinen una cena rica. Hay una infinidad de detalles que cada una puede necesitar de su pareja para sentirse mejor en esta etapa del posparto, que algunas veces puede resultar muy complicada. El arte estará en que cada esposo identifique lo que más necesita su pareja y trate de brindárselo.
Esto se vuelve un círculo virtuoso porque una mamá contenta y tranquila, además de vincularse mejor con su bebé, será a su vez más amable y cariñosa con su esposo. Por lo tanto, en lugar de que él se sienta desplazado por la llegada de su bebé, se sentirá más entusiasmado para integrarse y ayudar. Por último te recomendamos que leas el artículo Involucrando a papá.