¡Esta vez te hablaremos del consumo del alcohol durante la lactancia! Seguramente ya sabes que cuando amamantas a tu bebé, es recomendable que por lo general te abstengas de consumir alcohol. Y aunque es importante que sigas esta recomendación, la buena noticia es que de vez en cuando sí podrás quitarte el antojo de tomarte una cervecita.
A esta conclusión llegó una reciente investigación, la cual establece que el consumo ocasional de alcohol durante la lactancia no resulta perjudicial para el bebé que está amamantando. Sin embargo, no todo es tan sencillo, ya que tendrás que seguir algunas indicaciones para no ocasionarle ningún problema a tu bebé.
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¿Cómo debe ser el consumo de alcohol en la lactancia?
La Academia Americana de Pediatría señala que: “la ingesta de bebidas alcohólicas debe ser limitada a un consumo ocasional de no más de 0.5 gramos de alcohol por cada kilogramo de peso corporal de la madre. Es decir que una madre de 60 kilogramos no podrá tomar más de 2 onzas de licor, 8 onzas de vino o 2 cervezas. Además, tendrá que esperar 2 horas o más después de la ingesta de alcohol para poder amamantar. Esto con el fin de reducir al mínimo su concentración de alcohol en la leche.”
¿A qué se refieren con consumo ocasional? A que podrás tomar de 1 a 2 bebidas por semana, pero es recomendable que no te excedas de esa cantidad.
Además, debes tener en cuenta la edad de tu bebé antes de empezar a consumir alcohol. Para un recién nacido que tiene el hígado muy inmaduro, cualquier cantidad de alcohol puede perjudicarle. Por eso, te recomiendan que esperes a que tu bebé tenga más de 3 meses de edad.
¿Por qué no debes amamantar inmediatamente después de tomar alcohol?
El alcohol que consumes llega a tu sangre y por ende, también a tu leche. Después de cierto periodo de tiempo (que varía en cada persona, pero en general dura entre 1 y 3 horas), el alcohol sale de tu organismo, y tú lo notas, pues regresas a tu estado original de sobriedad. Una vez que se te “baje” el alcohol que consumiste, podrás amamantar a tu bebé sin problemas, pues este no se acumula en la sangre, ni en la leche.
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Recuerda que si vas a consumir alcohol durante la lactancia materna, lo debes hacer de manera responsable, para evitarle problemas a tu bebé. Estos incluyen: problemas en su hígado que está en desarrollo, problemas de sueño, una disminución en el desarrollo de su motricidad y un crecimiento más lento que el resto de los bebés. Así que si vas a una fiesta, sí tomate tu cervecita, pero también sé consciente de los efectos de esta en tu bebé.
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