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Artículo basado en la conferencia “Las neurociencias” de Ana Serrano.
¿Sabías que enseñar a tus hijos a contenerse y autorregularse es una ventana de oportunidad? Así es, por eso es tan importante apoyar su desarrollo emocional. ¿Te imaginas a tu bebé convertido en un adulto explosivo y conflictivo, o te lo imaginas siendo una persona reprimida que teme expresar sus emociones? No lo creo, seguramente te lo imaginas como una persona confiada, que puede hablar de sus emociones sin exasperarse y sin sentirse avergonzado.
¿Cómo puedes ayudar a que tu bebé se convierta en esa persona? Muy simple, aprovechando su etapa temprana para enseñarlo a contenerse, autorregularse y expresar sus emociones adecuadamente.
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Durante los primeros años de vida de tu bebé, su cerebro es tan plástico que puede hacer rápidamente todo tipo de conexiones; no solo para desarrollar el pensamiento lógico, sino también su inteligencia emocional.
Ayúdalo a tener una inteligencia emocional sana, enseñándole que está bien expresar las emociones, pero nunca llevándolas a un grado explosivo, ni dejar que estas lo controlen a uno. Ayúdalo a contenerse y autorregularse cuando esté enojado e inquieto, pero no lo reprimas.
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Suena un poco truculento, pero para que lo entiendas mejor, piensa en ti. Piensa en cómo te autorregulas cuando estás enojada y cómo ese enojo no llega a convertirse en una explosión. O piensa cuando intentas comunicar algo importante para ti, cómo superas los nervios y el miedo, hasta que logras comunicarlo. Así, de la misma manera, ayuda a tu bebé con sus emociones.
Piensa que entre más pequeño pueda manejar sus emociones, más fácilmente podrá hacer amigos, comunicar sus necesidades, ser tolerante y empático con las personas. Aprovecha la ventana de oportunidad que está abierta cuando es pequeño y ayúdalo a ser cada día más feliz.
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