El control de esfínteres (los músculos en forma de anillo que permiten la salida de las heces fecales y la orina) es uno de los más grandes retos en el desarrollo de tu bebé. Y a la vez, es una gran interrogante para ti como mamá, ya que ¿cómo puedes enseñarle a que domine las partes de su cuerpo? Tú sabes que del control de estos depende que tu hijo pueda aprender a ir al baño por si solo.
Las expectativas sociales comienzan a presionarnos cuando nuestro bebé tiene suficiente edad para dejar el pañal. Y sin darnos cuenta, podemos perdernos de las maravillas de un proceso que nos ofrece enormes oportunidades para conocer y reconocer los logros de nuestro pequeño.
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La madurez de los esfínteres suele lograrse entre los 2 y 3 años de edad. Sin embargo, requiere también del desarrollo mental y emocional para lograr el control. Estos son algunos signos de que el desarrollo de tu bebé va por buen camino para poder empezar con el control de esfínteres:
- Cada vez hace pipí menos veces. Es decir que permanece seco durante más horas (dos o tres horas seguidas).
- Cuando hace pipí lo hace en mayor cantidad.
- Camina solo de una habitación a otra.
- Tiene equilibrio para pararse y sentarse. Asimismo, puede quedarse sentado solo unos minutos.
- Comienza a comprender qué es “adentro y afuera”.
- Imita y controla acciones de los adultos; agarra la cuchara para comer, toma agua en vaso, se cepilla los dientes.
- Avisa con gestos o verbalmente que manchó el pañal o está mojado.
Una vez que has comprobado todos estos signos de desarrollo en tu bebé, entonces puedes empezar con el entrenamiento para el control de esfínteres. A continuación te dejo estos tips de apoyo para el momento de dejar el pañal:
- Deja a un lado las ideas de perfección y los tiempos inflexibles. Antes que nada, debes saber que cada niño tiene su ritmo y el aprendizaje no es lineal, sino que va pasando por ciertas etapas.
- Observa sus tiempos de evacuación (los cuales suelen ser después de las comidas). Esto será una guía natural para que tú acoples los tiempos del entrenamiento.
- Una vez que has quitado los pañales, ¡no deben volver a ponerse! Incluso si llega a manchar su ropa, ya que no ser constante con el entrenamiento podría confundirlo.
- Cuando tenga un “accidente” no lo avergüences ni lo compares con hermanos o amigos. En lugar de esto, pídele ayuda para quitarse la ropa y deja que te acompañe en el proceso de limpieza.
- ¡Reconoce cada logro! Es muy común que demos por hecho las cosas, pero no debemos olvidar lo novedoso que está siendo para tu bebé y el esfuerzo que hace para lograrlo.
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Recuerda que todo aprendizaje para tu bebé requiere una cucharada de amor y dos de reconocimiento. ¡Mucha suerte en esta nueva etapa llena de aprendizaje, disfruten cada momento!
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