Entre los 18 y los 24 meses de vida serán cada vez más claros la personalidad y temperamento de tu bebé. Por ello, cada día te será más evidente que tu bebé es diferente a los otros niños. ¡Disfruta estas diferencias, cada niño es un mundo!.
Muchas veces, los bebés heredan el temperamento, o este es semejante, al de algún familiar, ya que este es la fuente de la cual se va formando su personalidad. Temperamento quiere decir que tiene tendencias hacia ciertas conductas, más que hacia otras. Así, por ejemplo, puede que tu bebé sea muy tranquilo y nadie ni nada lo angustie, o por el contrario, puede que sea un bebé que con facilidad se altere y se ponga nervioso. Estas características que aparecen a edades muy tempranas, generalmente están presentes a lo largo de toda su vida. Sea cual sea el origen de su temperamento, lo delicioso es que tu bebé es un ser humano único e irrepetible.
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Desde el momento en que tu bebé empiece a mostrar su temperamento y personalidad, es clave que respetes sus formas. Sin embargo, también es importante que lo enseñes a manejarlas, tanto en los aspectos positivos, como en sus áreas de oportunidad. Es decir, ayúdale a conocerse a si mismo, a controlarse y a manejar su temperamento..
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Qué tanto fortalezca su temperamento depende en gran medida de tus reacciones ante él. Por lo que si refuerzas sus berrinches, le estarás enseñando que estas conductas son aceptables, lo que le traerá problemas en sus relaciones con otros y disminuirá su tolerancia a la frustración. Si en cambio, lo calmas con cariño al tiempo que le dices que esa conducta no es aceptable, entonces le estarás ayudando a manejar de manera más saludable sus emociones.
Es de esta manera como vas reforzando o debilitando los aspectos positivos y negativos del temperamento de tu hijo. Esto ayudará a que tu bebé se convierta en una persona independiente y segura de si misma. Lo que no se vale es que trates de cambiar por completo su personalidad, por ejemplo para que se parezca a su hermano quien es más tranquilo. Lo mejor será que respetes la personalidad de tu bebé y que lo ayudes a conducir sus energías hacia algo positivo.
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Recuerda que nadie más en el mundo tiene una personalidad como la suya, así que ¡disfruta el hecho de que cada uno de nosotros somos únicos e irrepetibles!