La cesárea, como cualquier otra intervención quirúrgica, trae consigo malestares y posibles complicaciones durante la recuperación. Si quieres saber cómo es una cesárea, da clic aquí.
Los síntomas más comunes después de una cesárea suelen ser pasajeros e incluyen:
- Hinchazón y dolor en el abdomen.
- Hinchazón y dolor en las piernas y pantorrillas.
- Enrojecimiento, comezón e irritación en la incisión.
Si con el paso de los días estos malestares no mejoran, es importante que acudas a tu médico para asegurarte de no tener ninguna complicación mayor.
Para conocer los cuidados después de una cesárea, te recomendamos leer este artículo.
Esto es particularmente importante si presentas alguno de los siguientes síntomas:
- Fiebre.
- Apertura de la incisión.
- Secreción de fluidos en la incisión.
- Aumento en el dolor del abdomen.
- Flujo vaginal que presenta olor fétido o con coágulos grandes.
- Flujo vaginal que no disminuye, al contrario aumenta.
- Los pechos sensibles, enrojecidos o calientes.
- Sangrado al orinar.
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Además de los síntomas de la cirugía, las cesáreas también incrementan el riesgo de la mamá de contraer una infección urinaria o de vejiga, y aumenta la probabilidad de complicaciones en futuros partos.
Recuerda que la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que la cesárea solo se realice baje circunstancias específicas y en las que tu bebé no pueda nacer por medio de un parto natural.