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Al nacer nuestros hijos, no estamos preparadas para cargar ese peso extra todo el tiempo. Les cuento mi experiencia.
Mi hijo nació a término en la semana 40 y pesó 3.640 kilos. Al principio pensaba que no pesaba “mucho”, pero al paso de los días, de traerlo todo el día conmigo, de amamantar, o cuando se dejaba, de estar en el fular, me fui dando cuenta que me dolía un poco el cuello y la espalda alta. ¿Y cómo no?, si van ganando peso a cada segundo y aunque parece que nuestro cuerpo lo va compensando, creo que esto no sucede sin consecuencias. Sufrí de diversos dolores que iban y venían, en espalda, cuello y brazos. Opté por ir al quiropráctico de vez en cuando para que me ayudara a destensar la columna vertebral y mi esposo me daba algunos masajes.
Esta semana mi bebé cumplió un año y a la par, sufrí una fuerte lesión en la zona lumbar. Ni siquiera sé bien como sucedió: lo tenía en brazos, como siempre; lo iba a acostar en su cuna, como siempre… lo que siguió fue que al agacharme no pude volver a incorporarme. Estuve cerca de una hora en un grito de dolor, con mi esposo intentando ayudarme a pararme. No sabía si era muscular o si me había roto algo, el dolor era por mucho el más fuerte que había sentido en mi vida. Estuve dos días sin poderme mover, ni para ir al doctor, solo tomando desinflamantes y poniéndome hielo en esa zona. Finalmente pude ver al doctor para entender cómo aliviar los dolores de espalda. Constaté que un mal movimiento con un bebé de más de 10 kilos puede resultar en algo como esto. Por ahora serán mínimo dos semanas de no cargar a mi hijo y de tener muchísimos cuidados y ejercicios especiales.
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Moraleja:
No creer que por ser las “súper-mamás” que somos, no nos pasa nada. Hay que cuidar muchísimo a nuestro cuerpo y estar al pendiente de los límites a los que lo llevamos cuando tenemos hijos. Mi consejo es siempre doblar las rodillas para cargarlo, o para acostarlo. Hacer ejercicios que fortalezcan nuestra espalda baja, central y alta, y de paso que ayuden con nuestro cuello, donde además solemos guardar mucha tensión.
