Al amamantar, tú y tu bebé generan y refuerzan constantemente un lazo emotivo. La cercanía y el contacto de la piel hacen que ambos secreten serotonina y oxitocina, hormonas que fomentan el vínculo emocional entre los dos. Además, estas les proporcionan sensaciones de tranquilidad y felicidad.
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Uno de los beneficios más importantes de este vínculo es que el bebé empieza a aprender a controlar y a autoregular sus emociones. Más adelante, esto se traduce en niños, adolecentes y adultos con:
- un mejor manejo de frustraciones
- una propensión a calmarse con mayor facilidad
- una tendencia a hacer menos berrinches
- una tendencia a ser más disciplinado
- una tendencia a ser menos violento
Adicionalmente, la fortaleza del vínculo entre mamá e hijo/a le brinda un mayor sentimiento de seguridad a tu nene. Entre los beneficios de la lactancia materna, no solo está que amamantar ayuda al desarrollo emocional de tu bebé, sino que también ayuda a que tú estés más tranquila y puedas evitar la depresión posparto.
Así que ya lo sabes, no hay razón para que no aproveches los múltiples beneficios de la lactancia materna. Si quieres saber sobre las ventajas que amamantar le trae a tu bebé visita el siguiente artículo: 10 beneficios de la lactancia materna.