¿Cuántas veces el amor de madre provoca que propiciemos en nuestros hijos actitudes desconsideradas? Favorecemos que se hagan dependientes, individualistas, envidiosos, muchas veces por el exceso de cariño, mal enfocado, que depositamos en ellos.
Hemos leído, escuchado y visto que los procesos de interacción y aprendizaje de un recién nacido pueden ser motivados desde una intervención temprana y aún así cometemos errores recurrentes.
Esto me lleva a contárles sobre una madre muy preocupada porque su hijo a los tres años de edad no hablaba y, por si fuera poco, en la guardería al llamarlo por su nombre no ponía atención.
Preocupadas las maestras le pidieron a su mamá que lo llevara a hacer estudios neurológicos. Cuál fue la sorpresa de los padres al confirmar que el niño se encontraba sano pero al ser llamado por su nombre no atendía debido a que en casa le llamaban “bebé”. Para comunicarse, le era muy fácil señalar todo lo que necesitaba y provocó que no necesitara expresarse verbalmente Sus cuidadores y familiares ocasionaron esta dependencia no verbal.
¡Poco a poco!
Son varias las etapas en el desarrollo del lenguaje de bebés y como lo dije anteriormente, todos los que los rodeamos influimos socialmente en su vocabulario. Estas son algunas de esas etapas:
- Los bebés tienen una gran habilidad para imitar: es un aprendizaje conductual, ellos nos escuchan y repiten.
- A los cuatro meses y medio ya reconocen su nombre. Por eso es tan importante que uno los llame por su nombre y no con el de “bebé”, para que así se vayan identificando.
- Después de haber pasado los procesos de balbuceo, risas, llanto y gestos, llega su primer año de vida, cuando es común que diga ya palabras completas, pero sueltas, sin mantener la cohesión de una frase.
- A los dos años ya tiene un vocabulario más extenso y es cuando va uniendo las palabras. Sabe más nombres de las personas con las que interactúa.
Si sientes que tu pequeño no está hablando lo suficiente, conoce un poco más sobre el desarrollo del lenguaje .
¿Cómo podemos ayudarlos?
Trabajemos juntos e influyamos en el desarrollo del lenguaje en nuestros bebés. El cariño desmesurado y complaciente que tenemos por ellos en ocasiones los perjudica y no contribuimos para que alcancen niveles más altos de desarrollo, que implican esfuerzo.
Si desde nuestro vientre el bebé percibe nuestra voz, nuestro estado de ánimo y las voces con los que convivimos frecuentemente, hay que aprovechar esa virtud.
- Incrementa su vocabulario. Puedes hacerlo con cosas tan simples y sencillas que no lo imaginarías. Cuando estás con él, llama a cada objeto por su nombre. No trates de imitar como lo dicen ellos, pues de lo contrario, no les queda claro como se dice correctamente.
- Canten canciones infantiles. Hay un gran acervo de melodías con vocabulario muy sencillo, pero muy amplio, con rimas y ruidos, dependiendo de la edad del bebé.
- El juego del sonido de los animales o las cosas. A los bebés les encanta escucharte imitar como se oye, lo que hace que identifiquen qué animal u objeto es.
- Elabora unas láminas con dibujos y pronuncia el nombre. Enseñarles con imágenes hace que lo recuerden fácilmente.
- Comunícate verbalmente. Esto provocará que su lenguaje sea fluido y su interacción social sea óptima. Ojo con lo que dices: siempre entienden más de lo que tú crees.
¿Quieres estimular un poco más su lenguaje? Te damos 12 ejemplos de estimulación del lenguaje hablado para tu bebé.
* Psicóloga en formación, Mexicanos Primero