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Muchos niños muestran señales de trastorno por déficit de atención desde los 3 o 4 años. La forma más obvia para darte cuenta que un niño puede tenerlo es porque no pone atención. La buena noticia es que hay actividades para ayudarlo a que este trastorno no se siga desarrollando.
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (ADHD) tiene un componente genético y se manifiesta de varias maneras: impulsividad, falta de atención, problemas de conducta en casa o en la escuela. Afecta a alrededor del 10% de los niños en Estados Unidos y generalmente se diagnostica alrededor de los 7 u 8 años, cuando la incapacidad del niño para quedarse sentado y quieto en la escuela comienza a causar problemas. Muchos pediatras y psiquiatras recetan medicamentos que pueden aumentar la motivación y productividad de los niños, pero que conllevan efectos negativos como pérdida de apetito o insomnio.
Si notas que tu hijo desde pequeño tiene problemas para poner atención, le puedes ayudar a mejorar su capacidad para concentrarse y mejorar su memoria, paciencia y control de impulsos. Para esto te recomiendo que durante ocho semanas y de manera diaria realices las actividades que a continuación te sugiero:
- Esconde dulces debajo de vasos, muévelos de un lado a otro mientras el niño observa atentamente e indica donde está el dulce (atención y memoria). Ya que gane el dulce, le puedes pedir que lo guarde y decirle que cuando junte seis, le darás uno extra de regalo (control de impulsos).
- Llévalo a pasear y pídele que te diga diez cosas de comida que vea o 5 cosas que se mueven como coches, caballos o aviones (atención).
- Adecúa juegos de memoria a rutinas diarias. Ayuda a tu hijo a memorizar las actividades que debe realizar y el orden de las mismas. Por ejemplo: por favor desayuna, lávate los dientes, guarda tus juguetes y empaca tu mochila.
- Enséñale a contar hasta xxx número para esperar su turno para jugar, para recibir el postre o para salir a la calle (paciencia y control de impulsos).
Recuerda que los niños desde muy pequeños están formando nuevas conexiones neuronales. Esta ventana de oportunidad para aprender va disminuyendo a partir de los 5 años. Así que si desde que son chiquitos llevas a cabo estas actividades, ¡les estarás dando un regalote! Todas las actividades que te sugiero le ayudarán a tu hijo a crear las conexiones neuronales que necesita para tener una mejor memoria y lograr más atención y flexibilidad mental para cambiar de actividades.
Por último, por favor no le digas a tu hijo cosas como: “Pórtate bien, ya estoy harta de que no te estés quieto” o “eres una lata”. El niño inquieto lo es por naturaleza, no porque se quiera portar mal. Entender esto te ayudará a no empezar un círculo negativo en el que tu hijo no te pone atención o es impulsivo y tú lo regañas, y después te sientes mal y menos caso le haces.
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¿Sabías que? Los niños que logran sobreponerse al trastorno por déficit de atención son quienes desde pequeños desarrollaron habilidades de pensamiento de alto nivel y control mental.
Fuente: Laber-William, E. “Concentrate”, Scientific American Mind, 2014, 25(2).
