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Cuando eres mamá, los días se pasan volando y no te detienes a conectarte contigo misma. Nos enfocamos constantemente en las necesidades de nuestros hijos, de nuestra pareja, de la casa, pero se nos olvida consentirnos. Pensamos que hacerlo nos tomará mucho tiempo y que no es posible incluirlo en nuestra rutina cotidiana. Sin embargo, hay momentos en los que puedes y DEBES aprender a relajarte para sentirte más feliz y tranquila. Recuerda que tu armonía o tu estrés se lo transmites a toda tu familia, especialmente a tu bebé. Así que para que tú y toda tu familia tengan una cotidianeidad más alegre, es muy importante que pares, respires y pienses en ti. Para saber cómo manejar el cansancio después del parto, da clic aquí.
Para que tú y toda tu familia tengan una cotidianeidad más alegre, es muy importante que pares, respires y pienses en ti.
Un excelente ejemplo de una actividad cotidiana que puede convertirse en un momento de relajación es el baño. Así que te tenemos los siguientes tips:
1) Asegúrate de que por 10, 15, 20 minutos o el tiempo que necesites, haya alguien cuidando a tu bebé.
2) Al entrar al baño, deja atrás tus problemas y piensa en ti y en tus proyectos personales.
3) Al prender la regadera, date el tiempo de sentir el agua.
4) Conforme te vayas bañando concéntrate en tu cuerpo, como si fuera una especie de meditación. Pon atención en cada parte que vaya entrando en contacto con el agua y/o en cada parte que vayas enjabonando. En ese momento solo importa tu pie, tu pierna, tu piel, tu cabeza, tus brazos, etc.
5) Si te es posible, escucha alguna música que te relaje o te ponga feliz.
6) Elige un jabón o un shampoo que tenga un olor que te agrade y concéntrate en este.
7) Si tienes más tiempo para el baño: puedes utilizar aromas o sales de baño.
8) Al salir del baño, concéntrate en el estado que tienes y trata de mantenerlo a lo largo del día.
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¡Esperamos que te sirvan estos tips y que de ahora en adelante puedas consentirte a la hora del baño!
