Ahora que dejé de ser mamá de tiempo completo, deseo sacarle el mayor provecho a los fines de semana y a otros ratos que tengo con mi hijo Martín. Jugar y entretener a un niño de casi 2 años puede parecer fácil, sin embargo es un reto combinar actividades divertidas y en las que a la vez pueda aprender algo. En los últimos meses, estas son las actividades que más nos ha gustado hacer para pasar tiempo juntos:
- Recolectar tesoros. Bajamos al jardín o vamos al parque y llevamos con nosotros una cubeta pequeña donde Martín va juntando todas las cosas que le parecen interesantes: piedritas, palitos, hojas y otros. Luego nos sentamos y yo le explico cada uno de nuestros “tesoros”.
- Comer una meriendita juntos. He encontrado que más allá del hambre que puede tener a ciertas horas del día, le gusta el hecho de que alguien comparta con él ese momento en que se come unos quesitos, fruta o unas galletas. Obviamente que esto va acompañado de una “deliciosa” plática en su propio idioma porque el pequeño Martín todavía no habla.
- Ver una película. Y sé que aquí serán las costumbres de cada familia: habrá quien aplique la norma de cero televisión o artículos electrónicos; habrá quien, como en nuestro caso, sí permite cierta exposición. Nos gusta ver algunas películas porque es un momento en el que podemos estar acurrucados, abrazarnos, darnos muchos besitos, tomar algo de pecho y “comentar” la trama.
- Dibujar. Ahorita que es más grandecito me sorprende que ya tiene la capacidad de hacer un garabato y luego decirme “miau”, como diciendo “mamá, es un gatito”. Con esta actividad espero que él pueda retar constantemente su creatividad e ir aprendiendo los colores. Estamos por intentar pintar en papel grande con las manos y pies (¡un día de estos que me anime a hacer desorden!).
- Leer libros. A mi hijo siempre le han gustado los libros y esto me ha dado la oportunidad de ir haciendo una mini-biblioteca para él. Algunos de nuestros libros hablan del amor, de la escuelita, de los colores o los números, las palabras, los animales… Siempre he creído que el acercamiento a los libros es el inicio de una pasión hermosa que es la lectura. Si quieres conocer más sobre la importancia de la lectura en los bebés, da clic aquí.
- Bailar chistoso. ¡Total! ¡Mientras más ridículo y chistoso sea el baile, más divertido está y más se ríe! Y claramente, este tipo de actividades retan su balance y, en general, toda su coordinación, además de que escuchar música siempre será un deleite para los niños y los papás.
- Armar. Armamos torres y carritos. Y aunque lo que más le gusta es destruirlos, creo que poco a poco va entendiendo mejor aquello de armar para que no se caiga, o ponerle rueditas para que avance más fácil.
Estas son algunas de las actividades que me han sacado de apuro los fines de semana y con las que veo que mi hijo se divierte. Mamás, si tienen más ideas, ¡compártanlas!, porque ya no es aquel bebé que se quedaba horas en su pequeño gimnasio o en la sillita.
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