Muchas veces los papás creemos que debemos limitar a nuestros hijos más de lo necesario. Algunas razones por las que lo hacemos:
- Así nos sentimos con poder o importantes.
- Así lo vimos en nuestros hogares de origen y no conocemos, o no queremos conocer, otra opción.
- Porque no sabemos la diferencia entre disciplina y castigo.
- Porque creemos que entre más reglas, mejor estamos educando a nuestros hijos.
- Porque creemos que así controlaremos más a nuestro hijo.
- Porque no confiamos (y creemos que no debemos confiar) en nuestros hijos.
De hecho, poner reglas con moderación es mucho más efectivo que poner reglas en exceso. Bien dice el dicho: “todo con moderación, hasta la moderación”.
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6 tips para educar con moderación
- Si lo que necesitas es sentirte importante o con poder, ve a practicar un deporte donde puedas ganar un trofeo. No trates de hacerlo presionando a tu hijo, ni compitiendo con él.
- Si lo que quieres es repetir lo que viste en tu casa porque es lo único que conoces y no te has actualizado, puedes leer más sobre educación y sobre las consecuencias de poner un exceso de reglas, castigos y límites.
- Castigar lleva a que el niño deje de hacer algo por miedo, pero, a diferencia de la disciplina, no lo lleva a aprender, ni a responsabilizarse por hacerlo bien la próxima vez.
- Cuando son muchas las reglas, éstas dejan de tener sentido. Además de ser difíciles de recordar, las personas ya no saben que son, y cuáles no son importantes.
- Si lo que quieres es controlar a tu hijo, más que educarlo, piénsalo dos veces. Un hijo formado para ser responsable será un ciudadano que actúe con sentido común e inteligencia. No lo será, sin embargo, quien fue controlado de niño, en vez de ser educado para tener autocontrol, disciplina, respeto por sí mismo y por los demás.
- Si no confías en tu hijo tenemos un serio problema. Estarás contribuyendo para que crezca con una baja autoestima. ¿Eso quieres? Lo podrás controlar como perrito atado.
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¿Sabías que? Si no quieres que tu hijo coma demasiados dulces, no los debes esconder, ni prohibírselos. Mejor déjalos a su alcance como algo normal y enséñale a consumirlos con moderación. No hacen falta reglas, es mejor enseñar y confiar en el sentido común de tu hijo y su autocontrol.
Fuente: Pick, S. (2015) Prohibido prohibir (en prensa) y http://toolsescuelas.com.mx/libros-digitales/