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3 tips para criar a un bebé con una buena autoestima

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3 tips para criar a un bebé con una buena autoestima FuenteL 123rf.com

Hoy en día, las mamás podemos caer en la peligrosa y tentadora realidad de concentrarnos en obtener todos los objetos necesarios para nuestro bebé; en vez de concentrarnos en prepararnos emocionalmente para su llegada. Vamos comprando, poco a poco, un sinnúmero de aparatos y materiales maravillosos para cargar, transportar y darles toda la comodidad que creemos necesitarán. Tristemente, invertimos poco tiempo en preparar nuestra mente y corazón para que desde su primer día de vida, podamos relacionarnos lo más amorosa y sanamente con nuestro bebé. Por eso, me interesa platicarte la importancia del apego y del vínculo que vamos creando con nuestros hijos para que tengan una buena autoestima y sean personas seguras.

Existen innumerables definiciones sobre el apego o vínculo entre padres e hijos y quisiera compartirte algunas de estas:

“El apego se refiere a una necesidad biológica y el vínculo se define como el lazo emocional entre dos personas.”

“El apego es ese lazo duradero entre el bebé y el cuidador, cada uno de los cuales contribuye a la relación que se va construyendo.” (Papalia, et al, 2001)

El padre del concepto del “apego” es el psicólogo británico John Bowlby. Él realizó un estudio en el que fue observando las reacciones de niños, de uno a dos años de edad, cuando se separaban de sus madres. Su conclusión fue que existen tres tipos de apego:

  • El apego seguro: se refiere al bebé que protesta o llora ante la partida de su cuidador y en el momento de volver a su presencia, lo busca y admite gustosamente.
  • El apego evitativo: se refieres a que el bebé no llora ante la partida de la madre y a su regreso la evita y se muestra irritante.
  • El apego ambivalente o resistente: se refiere a una actitud ansiosa antes de la partida de la madre, fuerte enojo cuando ya se va, y a su regreso una muestra ambivalente al buscarla y un rechazo a su contacto. Por lo general, los bebé con este tipo de apego presentan poca exploración y son difíciles de tranquilizar.

Lo más interesante es que dependiendo del tipo de apego que desarrollamos a lo largo de nuestro primer año de vida es cómo nos relacionamos, ahora de adultos. Por ejemplo, aquellos de apego inseguro, son las personas a las que les cuesta formar amigos, porque se sienten inferiores o que actúan dependiendo de lo que les dicen los demás para ser aceptados. Los de apego ambivalente son aquellos muy cambiantes, no se sabe bien si te aprecian o no, a veces son amables, pero también a veces nos critican etc. En cambio, los de apego seguro son adultos que saben estar solos, están contentos con ellos mismos y se relacionan con facilidad y de manera sana.

Ahora, ¿Cómo lograr que tú bebé desarrolle un apego seguro? Aquí te comparto 3 consejos importantes:

1.- Lo más importante es creer que tú eres la mejor mamá para tu bebé, con todas tus virtudes y defectos. No dudes en tu intuición de madre, siempre busca en tu interior, ahí está la respuesta correcta.

2.- Desde el nacimiento de tu bebé, intenta darle el mayor afecto posible a través del contacto físico. Los bebés que tienen la oportunidad de ser puestos piel a piel con su madre, justo después de nacer, ya tienen prácticamente asegurado, el ser personas seguras y el tener una alta autoestima. Si por algo no tuvieron ese privilegio, te recomiendo que sean bebés muy cargados, abrazados y masajeados, sobretodo, durante su primer año de vida.

Este contacto piel a piel con la mamá tiene que ver con el concepto de “bonding”, que fue desarrollado por Klaus y Kennell (citado por Lebovici, 1988) al investigar que el vínculo que une al hijo con su madre comienza a partir de las primeras 2 horas de vida. Estos autores hablan sobre la importancia de que las madres tomen a sus bebés para contenerlos lo más pronto posible después del nacimiento, definiendo el bonding como: “Una relación específica y privilegiada que se caracteriza en la madre, por la tendencia de tocar, acariciar, sostener y cuidar a su bebé, y entrar en contacto con él por la mirada.”

3.- Intenta, desde el principio, enseñarle a tu hijo o hija, a hablar de sus emociones. Aunque sea un bebé, platícale cuando estás alegre, cuando algo te da tristeza o cuando sientes enojo. De esta forma, a través del lenguaje verbal y no verbal, los bebés comienzan a comprender cada sentimiento, van diferenciando en ellos cada emoción y esto les ayuda a ir desarrollando un apego seguro y una relación basada en el amor propio. Un niño que puede expresar sus sentimientos, crecerá libre de inseguridades y miedos.

Lo más importante es creer que tú eres la mejor mamá para tu bebé, con todas tus virtudes y defectos.

Por todas estas reflexiones sobre importantes autores del apego, es que hoy me interesó hablarte acerca de lo importante que es tener un vínculo afectivo sano. Recuerda que es fundamental que estés lo más sana o sano posible a nivel emocional, para entonces poder crear vínculos con tus hijos, basados en el amor respetuoso y verdadero. Para encontrar este bienestar emocional, no estás solo o sola, siempre hay personas a quien pedir apoyo y orientación en tu caminar por el maravilloso mundo de la maternidad o de la paternidad.

Creo que nadie es perfecto, pero todos podemos perfeccionarnos, poco a poco. A través de la meditación y de la reflexión podemos encontrar la paz y sanar nuestras emociones. De esta manera, podremos formar hijos, sanos y libres de problemas emocionales.

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