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Este artículo está dedicado a todas aquellas madres primerizas que durante la espera de su primer hijo –y con el más grande deseo de tener todo listo para su llegada— se dan a la tarea de adquirir “todo” para que nada falte. En este intento, la mayoría de las mamás somos presas fáciles de la mercadotecnia, de revistas y de innumerables artículos con listas de cosas que “no deben faltar en tu hogar ante la llegada del bebé”. Pues bien, nosotras creemos que sería muy pretencioso hacer una lista de lo que debes o no comprar, por lo que solo compartiremos nuestra experiencia.
Tal vez te interese descubrir la experiencia de una de nuestras mamás bloggera y lo que hizo para estar lista a la llegada de su segundo bebé, da clic aquí.
No todo lo que te venden o anuncian o deseas, cabe en tu casa. Esta tiene un espacio finito que se empezará a agotar con la llegada de los accesorios de tu bebé, y ese espacio libre y ordenado lo necesitarán principalmente tú y tu bebé.
Nuestra recomendación es que trates de informarte en los temas verdaderamente importantes para la llegada de tu bebé, por ejemplo,: ¿ofrecerás leche materna a tu bebé?, ¿cómo lo quieres criar?, ¿compartirán la habitación?, ¿por cuánto tiempo? Te recomendamos leer el artículo de: 10 cosas que me hubiera gustado saber durante mi embarazo.
A muchas madres nos sucede que nos dejamos llevar por comentarios bien intencionados que aseguran que lo práctico es adquirir una buena dotación de biberones (colores, formas, etapas, anticólicos). Sin embargo, si ya decidiste amamantar, debes tener confianza y valorar que la leche materna es el mejor regalo para tu bebé; ya que es el único alimento que le aportará todo lo que necesita: nutrición, calor, consuelo y apego.
En el tema de la lactancia, te encuentras con el reto de tener ropa lo suficientemente cómoda y con acceso fácil al pecho, para alimentar a tu bebé en cualquier lugar y momento del día. Como madre, debes estar preparada con al menos un par de blusas adecuadas para el posparto y la lactancia, y si el invierno se acerca, un suéter o chamarra que permita el acceso de tu bebé a la leche materna, sin exponerlos al frío.
¡¡La Cuna!! Claro, también está en la lista…la de casa …la de viaje. Sin embargo, no dudes que el único lugar en el que el bebé preferirá estar es en tus brazos, ahí podrá sentir tu calor y seguir en contacto con tu corazón que escuchó durante 9 meses. Te recomendamos que te informes el Colecho Seguro, y que decidas si una cuna realmente se adapta a tu espacio y a tus necesidades. Te invitamos a leer el artículo de Cuna Colecho.
Otra buena recomendación es adquirir una mochila ergonómica. Este producto es ideal ya que va contigo a todos lados y te permite estar cerca de tu bebé. Esto facilita que en un principio esté muy cerca al pecho, calientito, tranquilo, y que cuando esté más grande, lo puedas llevar en la cadera o en la espalda para que vaya conociendo el mundo junto a ti. Todo esto, mientras tú tienes las manos libres para ir a la tienda, a trabajar, o a dar un paseo, asegurando que el peso está bien distribuido y no causa daño a tu espalda, ni a tu bebé.
Recuerda que la mejor estimulación la recibirá de ti, de tu voz, del contacto con tu piel y de tus caricias. ¡Así que prepárate para disfrutar a tu bebé y darle lo mejor de ti!
