La edad de nacimiento o cronológica es igual que la de todos los bebés, se cuenta a partir del día en que nació. Mientras que la edad corregida se cuenta como si el bebé hubiera nacido a término. Esta edad se utiliza médicamente para evaluar el desarrollo y el crecimiento del bebé, ya que es normal que un bebé prematuro nacido dos meses antes de tiempo, no tenga el mismo desarrollo que un bebé que nació en la misma fecha, pero a término.

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Entonces ¿cómo calculas la edad corregida? Es muy fácil: le restas a la edad cronológica los meses que le faltaron a tu bebé para nacer a término. Por ejemplo, si tu bebé nació de 8 meses le faltó un mes para nacer a término, por lo tanto al cumplir 3 meses, su edad corregida sería de 2 meses.

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La edad corregida dejará de utilizarse cuando tu bebé prematuro alcance un desarrollo normal y similar al de los bebés que nacieron a término. Por lo general, esto ocurre en el primer año, aunque en algunos casos puede ocurrir hasta el segundo año.

Es verdad que los bebés prematuros tienen la posibilidad de nunca alcanzar un desarrollo normal al de otros bebés, e incluso pueden desarrollar ciertas discapacidades. Entre más prematuro, mayor es el riesgo. Sin embargo, este rezago se puede disminuir e incluso prevenir prestando mucha atención a sus necesidades y dándole cuidados oportunamente.

Si tienes un bebé prematuro, te recomendamos prestar atención a los siguientes aspectos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica como los que más pueden causar problemas de salud a largo plazo:

• Pérdida de calor: Los bebés prematuros pierden calor fácil y rápidamente, por lo que tienen menor capacidad para regular su temperatura corporal. Esto es muy peligroso ya que puede causar enfermedades como la hipotermia.

• Dificultad para alimentarse: Algunos bebés prematuros nacen sin haber desarrollado totalmente algunos reflejos básicos, como el de succión o el de deglución. Ambos reflejos son esenciales para alimentarse, ya sea amamantando o con biberón, y  por este motivo necesitan ayuda para poder alimentarse. En este artículo  te compartimos las principales formas en que se alimenta a los bebés prematuros que aún no logran amamantar.

• Dificultad respiratoria: Entre más prematuramente haya nacido el bebé, más riesgo tiene de que sus pulmones no se hayan terminado de desarrollar, por lo que podría tener dificultades para respirar. Cuando esto sucede, el bebé debe permanecer en estricta vigilancia médica y conectado a respiradores artificiales.

• Tendencia a las infecciones: El sistema inmune de los bebés prematuros no se ha desarrollado totalmente, por lo que son más propensos a sufrir infecciones graves. Es muy peligroso que un bebé prematuro contraiga una infección, ya que tiene grandes posibilidades de morir.

• Problemas en los ojos: Los ojos de los bebés que nacen muy prematuramente no están diseñados para el mundo exterior. Por lo tanto, el contacto visual prematuro y sin resguardo puede provocar problemas a largo plazo como ceguera o deficiencia de visión.

• Lesiones cerebrales: Cuando un bebé pesa menos de dos kilos al nacer, tiene altas posibilidades de sufrir hemorragias o lesiones cerebrales, debido a la falta de oxígeno. Estas lesiones son extremadamente peligrosas ya que pueden provocar parálisis cerebral, retraso e incluso la muerte. Si quieres saber más acerca de la evaluación del desarrollo neuronal del bebé, da clic aquí.

Toma las precauciones necesarias para cuidar a tu bebé y evitar estas complicaciones.

• Prematuro extremo: Menor a 28 semanas.
• Muy prematuro: Entre las 28 y 32 semanas.
• Prematuro moderado a tardío: Entre las 32 y 37 semanas.

Nacer prematuramente implica muchos retos debido a que el organismo no está totalmente preparado para la vida en el mundo exterior. Esto puede provocar múltiples problemas de salud, incluso a largo plazo. Te recomendamos que leas este articulo para mejor entender los problemas de salud que pueden padecer los bebés prematuros.  Desafortunadamente, entre más prematuramente nazca un bebé, es más propenso a tener problemas de salud y de desarrollo. Por ejemplo, un bebé puede tener que permanecer conectado a un respirador artificial debido a que sus pulmones no se desarrollaron completamente.

Aunque existen ciertas situaciones que aumentan el riesgo de un parto prematuro, en muchos casos se desconoce la razón que lo ocasionó. Los factores de riesgo más importantes son:

• El consumo de alcohol, drogas o tabaco durante el embarazo.
• La anemia y/o desnutrición durante el embarazo.
• La obesidad o sobrepeso.
• Los accidentes repentinos durante el embarazo.

Adicionalmente, los partos prematuros son comunes cuando hay: un embarazo múltiple, una infección, una enfermedad crónica de la madre (como la diabetes o la hipertensión), o cierta predisposición genética.

Este es un problema de salud en todo el mundo, sin embargo, hasta no conocer más acerca de las causas que originan los partos prematuros, no se podrán tomar más medidas para prevenirlos.