La Bebeteca » Bebé y familia https://labebeteca.com Blog para mamás Tue, 15 Jan 2019 09:36:41 +0000 es-MX hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.1.25 Cómo hacer tu casa más segura para la llegada de un bebé https://labebeteca.com/como-hacer-tu-casa-mas-segura-para-la-llegada-de-un-bebe/ https://labebeteca.com/como-hacer-tu-casa-mas-segura-para-la-llegada-de-un-bebe/#comments Thu, 24 Sep 2015 14:05:17 +0000 https://labebeteca.com/?p=10330 Cuando piensas en la llegada de un bebé hay un montón de preparativos que debes hacer antes del gran acontecimiento. Para tu día a día va a ser un cambio radical y para tu casa también, pues se trata de una situación que requerirá de ciertas modificaciones. Especialmente para garantizar la seguridad del nuevo integrante de la familia. Es por eso que tenemos una serie de tips para ayudarte a estar preparado:

Para la habitación del bebé te sugerimos:

  • Ten muebles adecuados: cuna, cambiador, armario de preferencia que sean multiusos y que estén hechos para ellos
  • Cuida que haya mucha luz natural, pero que las ventanas sean difíciles de abrir para el pequeño
  • No coloques objetos cerca de la ventana que el bebé pueda ocupar para escalar o trepar
  • Mantén la cuna sin peluches o mantas extras; esto evitara los riesgos por asfixia o alergias
  • Usa sólo mantas ligeras, y si hace frío opta por pijamas calientes o sacos de dormir para bebé
  • No coloques alfombras para no acumular polvo y provocar alergias. Los ácaros están a la orden del día.
  • Otras recomendaciones: coloca en el cuarto pisos anti-deslizantes, evita las cunas con rieles móviles y elige juguetes adecuados para su edad y destreza.

Para el baño:

  • Bloquea puertas y cajones sobre todo si tienes productos de limpieza
  • Mantén lejos aparatos eléctricos: secadora, plancha, radio
  • Aleja tus productos de aseo personal y cosméticos de su alcance, muchos pueden ser tóxicos para tu bebé
  • Coloca en el inodoro un seguro para niños así podrás evitar ahogamientos
  • Ten especial cuidado con los medicamentos, de ser posible manténlos en armarios que tengan bloqueos de seguridad
  • Si no cuentas con tina en tu baño, deberás conseguir una para los primeros meses; si la tienes procura comprar adaptadores

Para la casa en general:

  • No dejes objetos pequeños al alcance de los niños
  • Cuida que los muebles bajos no tengan puntas salientes, ni bordes muy rectos
  • Compra esquineros de protección
  • Procura que las tomas de corriente sean empotradas y no de superficie
  • No dejes objetos que obstruyan escaleras o pasillos
  • De ser necesario instala puertas de seguridad
  • Fija a la pared estantes o muebles que puedan volcarse; haz lo mismo con las lámparas de piso

Para cualquier emergencia:

  • Ten preparado un botiquín de primeros auxilios
  • Ten bien ubicado el número de su pediatra
  • Ten en un lugar seguro los números de familiares, amigos o conocidos
  • Verifica diferentes rutas y al menos dos opciones de hospitales

Esperamos que estos consejos te sean de gran ayuda.

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¡El primer día de escuela de mi hijo! https://labebeteca.com/el-primer-dia-de-escuela-de-mi-hijo/ https://labebeteca.com/el-primer-dia-de-escuela-de-mi-hijo/#comments Mon, 21 Sep 2015 16:09:16 +0000 https://labebeteca.com/?p=10323 Empezaré por decir que no lloré. Y también por aclarar que, aunque escribí parte de esto el primer día de escuela de mi hijo, la realidad es que pasó toda la semana hasta que lo pude terminar.

No presumiré que el lunes nos fue muy bien porque mentiría. La realidad es que todo iba bien: desayunamos en tiempo récord, se dejó poner el uniforme, se lavó los dientes, revisó y aprobó su lunch… El problema empezó cuando pidió una paleta.

¿Una paleta a las 8:20 de la mañana? No hijo, pues no hay. Y no había. De haberla tenido a la mano se la hubiese dado sin pelear. Al final, era su primer día de escuela y yo tenía el corazón encogido. El caso es que ese primer día se quedó muy enojado por el tema de la paleta, ni siquiera creo que le haya importado tanto lo de la escuela. Horas más tarde, salió feliz y cuando llegué a comer con él, me enseñó su primer trabajo manual: un camioncito de escuela con un oso que decía “Bienvenido” y se ve que él fue quien le pegó estrellitas por todas partes. Lo amé.

El segundo y tercer día, hizo pucherito y lloró un poco. Entiendo que a la hora de la salida estaba de buen humor. Su horario de siesta se ha ido ajustando, pasando a la hora de llegada a casa, con lo que también come más tarde y muy bien, por lo que su papá me ha contado.

El jueves sí lo vi más triste y se quedó llorando. El viernes fue distinto. Ese día les piden llevar un juguete “para jugar y compartir”. Así que Martín llevó un tren: Thomas. Cuando llegamos a la puerta del colegio, la Miss le preguntó si había llevado su juguete, y sin más, agarró al Thomas y me dijo “byeeee”.

Así cerramos la primera semana de escuela de mi pequeñito hijo de dos años. Esperemos que la semana que viene todo siga igual de bien.

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¡A mi hija no le gusta el asiento del carro! https://labebeteca.com/a-mi-hija-no-le-gusta-el-asiento-del-carro/ https://labebeteca.com/a-mi-hija-no-le-gusta-el-asiento-del-carro/#comments Wed, 26 Aug 2015 17:39:27 +0000 https://labebeteca.com/?p=10292

Las únicas veces que he visto llorar a mi hija sin control alguno han sido en el carro. Cabe mencionar que mi hija casi no llora.

Venir manejando con tu hija llorando sin parar, puede llegar a convertirse en la cosa más estresante y desesperante del mundo. Eventualmente, utilizas tus poderes de mamá, para no escuchar los gritos y seguir escuchando la radio. Pero, así sean 5 minutos de viaje, o media hora… por más que tratas de desconectarte de ese llanto agudo en el que sientes que hasta les falta el aire del coraje, o que se van a vomitar de tanta lágrima, la piensas dos veces antes de querer salir de tu casa otra vez.

Hasta la fecha, Loreta NO es la niña que se sube al carro y se duerme a los cinco segundo de arrancar.

Loreta es el típico caso en que las mamá no paramos de buscar semáforos en verde, hacer medios altos, poner changuitos para que no haya tráfico, pedir para que el camino sea suave, sin topes y lo más corto posible.

¿Y qué se hace en estos casos? Todavía no sé, pero esto es lo que he aprendido de mi experiencia:

  • Con el paso del tiempo, se resignan. Mi hija tardó un año en darse por vencida y hay días que insiste en hacerme llegar el mensaje: “no me gusta el asiento del carro”.
  • Si tu hijo está acostumbrado a dormir boca abajo, vas a batallar un poco más. Mi hija se asustaba mucho dormida boca arriba, y brincaba mil veces en el portabebé, por lo tanto, se despertaba cada cinco minutos y empezaba el drama.
  • Asegúrate que cuando tu hijo se suba al asiento, ya esté comido, con el pañal limpio y de preferencia con sueño; si va a llorar mucho tiempo, eventualmente se tendrá que dormir (aunque no le guste).
  • Si tienes invitados en el carro, avísales de la situación dramática que se vive en tu auto. Generalmente ellos se preocupan mucho más por los llantos del bebé, porque no están acostumbrados.
  • Cuando lo cambies del portabebé al asiento de niños, asegúrate que esté reclinado y en una posición cómoda. Mi punto de referencia: que se les facilite tomarse la botella de leche.
  • Las galletas de arroz, fruta picada en un vasito, o el snack de tu preferencia, te compran tiempo. Yo prefiero tener un cochinero en el carro, que eventualmente limpiaré, a seguir oyendo los gritos de mi hija.
  • Chupón, botella, cobija de seguridad y juguetes, se convertirán en tus mejores aliados. Recuerda siempre traer una buena dotación, en momentos de desesperación hay que estar preparados.
  • Intenta música relax, música de bebés, película, canciones, todo lo que puedas que lo distraiga. En momentos de crisis hay que probar de todo.
  • Si tu otro hijo está dormido en el carro, ni te preocupes, no se va a levantar con los llantos. Algo pasa con los hermanos, que parece que ni se enteran de la situación.
  • En ocasiones es inevitable el llanto, sólo mentalízate que así será el resto de tu trayecto y respira. En el carro no hay mucho que puedas hacer.

Acuérdense que todo pasa más rápido de lo que imaginan, la tortura de los llantos y los gritos en el carro algún día se irán.

¡¡Suerte!! Y recuerden: ¡Un día a la vez!

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Los animales y los niños: enseñando amor https://labebeteca.com/los-animales-y-los-ninos-ensenando-amor/ https://labebeteca.com/los-animales-y-los-ninos-ensenando-amor/#comments Thu, 20 Aug 2015 14:49:30 +0000 https://labebeteca.com/?p=10285 En mi familia siempre ha habido un profundo amor por los animales. Mis hermanos y yo crecimos y vivimos con perros, principalmente, aunque también hubo algunos gatos, peces, tortugas y gallinas. Ahora, mi hijo también crece con una perrita adorable que se llama Naima; de hecho, de las pocas palabras que Martín dice son “Naina” y “sit”. Lo que deja en claro que la presencia del perro y la interacción entre ambos han sido importantes.

Hay mucha literatura al respecto de las bondades de que los pequeñitos crezcan con mascotas, que van desde la generación de anticuerpos, hasta el desarrollo de sentimientos de amor y respeto hacia todos los seres vivos. Y esto es fundamental.

Soy partidaria de tener gatos, perros, cerditos, caballos, gallinas o conejos si se tiene el espacio. Animales de ese tipo, que son más domésticos. Estoy absolutamente en contra de comprar o conseguir animales exóticos como monos, lagartijas, lagartos, iguanas, serpientes, leones y otros felinos grandes, puercoespines, camaleones, tarántulas y otros insectos, o cualquiera que en realidad no sea un animal de trabajo o de compañía. Esto porque creo que sólo sufren al no estar en su hábitat natural. Piénsenlo, este último grupo de animales no “hacen gracias”, ni “conviven” naturalmente con los humanos… ¿entonces para qué tenerlos en casa?

En el caso concreto de nuestra familia, las lecciones más importantes de tener a Naima son:

  1. Requiere amor y compromiso porque es parte de nuestra familia.
  2. Requiere su propio espacio para dormir o comer. No hay que molestarlo, ni lastimarlo.
  3. Requiere de amor y cuidados, como el baño semanal, las vacunas periódicas, desparasitación o el corte de uñas.
  4. Requiere de salir al baño varias veces al día y aprovechar para correr un poco para hacer ejercicio y estar sano. –Y aquí entra otra responsabilidad del amo: levantar las cacas con una bolsita, misma que mi hijo ayuda a llevar cuando vamos al jardín o al parque–.
  5. Es feliz con una pelota, así que puede ser la compañía más linda cuando él no tenga con quién jugar.

Con sus debidos cuidados y precauciones, casi cualquier perrito o gatito serán un excelente aliado en la educación de nuestros hijos, y sin duda además, una fuente inagotable de diversión y amor.

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Niños en la cocina https://labebeteca.com/ninos-en-la-cocina/ https://labebeteca.com/ninos-en-la-cocina/#comments Wed, 05 Aug 2015 15:36:06 +0000 https://labebeteca.com/?p=10248 Siento que durante algún tiempo, mi hijo era demasiado “chico” para hacer algunas actividades y demasiado “grande” para otras. De pronto, su papá –que es un gran aficionado al café- empezó a enseñarle a moler y a preparar los cafés de la mañana. Así me di cuenta que ya había afinado bastante su motricidad fina y que mover, echar, revolver, tapar, le resultaba divertido. Entonces, decidí aprovechar este “gusto” de Martín y su hermosa disposición a ayudar, para empezar a incluirlo como mi pinche en la cocina. En realidad sólo hemos hecho algunos panqués y otras cosas muy sencillas.

Me ayuda mucho, aprende, ejercita su coordinación, y pasamos un ratito juntos.

Hay muchas recetas que pueden prepararse en frío y son muy fáciles. Tal vez, hornear sea la primera “gran” actividad en la que los niñitos pueden ayudar, ya que básicamente implica mezclar ingredientes, batir y acomodar en moldes para que luego sea mamá o papá quien lo meta al horno. Sin embargo, la cocina también es un lugar potencialmente peligroso: hay cosas calientes y cuchillos, por ejemplo. Por ello, es pertinente tomar algunas medidas a la hora de meter a nuestros hijos a la cocina.

Estos son mis tips y consejos para niños mayores de dos años: 

  1. Nunca dejar a tu hijo solo en la cocina.
  2. Enseñarle que el horno, cuando está caliente, quema.
  3. Subirlo a una silla, mostrador o banquito donde tenga alcance pleno a los ingredientes o utensilios que va a usar.
  4. Tener todos los ingredientes listos para evitar usar cuchillos u otros artículos que puedan ser peligrosos. Por ejemplo, si vamos a hacer un sándwich, ya tener las rebanadas de pan, el queso, el jamón, los tomates y lechugas listos para solamente irlo “armando”. Si es un panqué o galletas, tener los ingredientes en recipientes pequeños para que nuestro hijo pueda ir mezclando en un tazón grande.
  5. Ser pacientes, porque a veces ellos quieren hacerlo a su manera, así que hay que enseñarles como sí y como no.
  6. Enseñar que cocinar y limpiar son parte de la diversión. Así, tu pequeño también puede ayudar a limpiar. Recordemos que a los toddlers les encanta limpiar y ayudar con todo tipo de cosas.

Puedes empezar haciendo: sandwichitos, a preparar algún lunch de galletas con queso, galletas y panqués horneados, gelatina o algún pay de queso con yogurt que no se horneé.

¿Qué otras ideas se te ocurren?

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La importancia del juego https://labebeteca.com/la-importancia-del-juego/ https://labebeteca.com/la-importancia-del-juego/#comments Fri, 31 Jul 2015 14:06:02 +0000 https://labebeteca.com/?p=10235 El juego, a todas las edades y en todas las especias humanas, se asocia con una adecuada salud emocional y mental. Todos hemos visto imágenes de cachorritos de todas las especies jugando con sus mamás. Por ejemplo, las leonas les enseñan a sus hijos los principios básicos para cazar por medio del juego. Otro ejemplo es como los pandas pasan muchas horas jugando a resbalarse, a trepar y a caerse, para después aprender a subir a los árboles de donde obtienen su comida.

En general, los científicos coinciden en que el juego fomenta un desarrollo saludable para todas las especies.

Al jugar, los niños fomentan el desarrollo intelectual, la creatividad y la solución de problemas. Muchas veces pensamos en el juego como algo superficial, que sólo se hace para ocupar tiempo, pero la realidad es que es una de las principales actividades para un sano desarrollo y para la asimilación de la realidad. Por medio del juego los niños pueden expresarse e intentar cosas nuevas.

El juego también nos puede servir como un indicador del estado de ánimo de nuestros hijos. Si de pronto se detienen sus ganas de jugar o de interactuar con su entorno es importante buscar apoyo emocional. Lo mismo ocurre cuando vemos que el juego es únicamente un pretexto para agredir o molestar a otros.

Es importante fomentar el juego en nuestros hijos. Por más que los dispositivos electrónicos tengan aplicaciones para ellos, estos nunca sustituirán el jugar con bloques de construcción, con muñecas o a la casita. Te sugerimos que utilicen juguetes de acuerdo a su etapa de desarrollo. Cuando son muy pequeños es normal que se dé mucho el juego individual, pero conforme van creciendo irán aprendiendo a compartir sus juguetes y a interactuar con sus pares. El juego de roles se presenta después de los tres años, en esta etapa los niños juegan a la familia, al doctor o a la maestra.

Te sugerimos permitir que tus hijos exploren el medio que los rodea a través del juego. Incluso como papás puedes descubrir grandes cosas cuando juegas con ellos o los ves jugar.

Referencia: Aberastury A. El niño y sus juegos. Buenos Aires: Paidós; 2000.

Artículo por: Sofía Campos

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Las peores preocupaciones de los papás de hoy https://labebeteca.com/las-peores-preocupaciones-de-los-papas-de-hoy/ https://labebeteca.com/las-peores-preocupaciones-de-los-papas-de-hoy/#comments Wed, 22 Jul 2015 20:57:05 +0000 https://labebeteca.com/?p=10213 POR: Laura Martínez Alarcón

Ahora que ha pasado el Día del Padre, me parece interesante reflexionar sobre las peores preocupaciones que enfrentan los papás de hoy en día. Algunos de estos miedos no han cambiado mucho desde que hay papás y mamás en este planeta; sin embargo, con el tiempo han surgido nuevos temores que debemos conocer.

En una amplia entrevista concedida al diario La Vanguardia, las psicólogas españolas María Jesús Álava, autora de libros como “El no también ayuda a crecer” y “Emociones que hieren”, y María Luisa Ferrerós, autora de “Pórtate bien” y creadora del método Ferrerós, señalan siete “temores capitales” que actualmente enfrentan millones de padres en el mundo. ¿Quieres saber cuáles son?

1. El sexo de los hijos

Sigue siendo el tema tabú de muchas familias. Según las expertas, por vergüenza no se suelen abordar las cuestiones sexuales con los hijos. También hay pavor a que hablar de ello los convierta en jóvenes promiscuos. Su consejo: “de la sexualidad hay que hablar desde pequeños, adecuando nuestro lenguaje e información a cada edad. Hay que tratarlo de forma abierta y tranquila. Si lo hablas con naturalidad no provocas promiscuidad, sino conocimiento real y profundo de la sexualidad”.

2. El alcohol y las drogas

El consumo de alcohol entre los más jóvenes ha aumentado en los últimos años y ha pasado de la ocultación a una exhibición pública que intensifica el miedo de los padres. Ya no se diga en el tema de las drogas. “Hay adolescentes que se acercan al mundo del alcohol y de las drogas blandas sin criterio, ni información y después pueden tener problemas graves”, acotan.

3. La anorexia

Sigue siendo una preocupación frecuente, sobre todo, si vivimos en una sociedad que prima la delgadez por sobre todas las cosas.

También puedes leer: ¿Cómo le enseñé a mi hija a amar su cuerpo?

4. Las redes sociales

No hay niño o niña (las edades pueden fluctuar entre los 8 y 13 años), que no tenga un perfil en Facebook o en Twitter, por mencionar sólo dos redes sociales. En muy pocos años, los más jóvenes de la casa han tenido acceso a los teléfonos celulares o cualquier otro dispositivo electrónico. Las especialistas alertan: “Como no controles lo que hacen tus hijos, pueden surgir dos mundos diferentes. Los padres, por desconocimiento o porque les resulta más cómodo que sus hijos estén tranquilos en la habitación, pueden acabar dándose cuenta tarde de que el tema es peligroso”.

5. Las malas compañías

Este es uno de los temores históricos. Y, sin embargo, muchos padres siguen sin entender por qué ocurre. Todo ello tiene que ver con los cambios durante la adolescencia, mismos que “producen mucha inquietud, mucha inseguridad”. Esto lleva a los adolescentes a buscar seguridad en su grupo de amigos porque son sus iguales, los que piensan como ellos, los que se visten igual, los que tienen las mismas inquietudes. “Los puentes que los unían a sus padres se resquebrajan, no les sirven en el proceso de construcción de su identidad que han iniciado”, afirman las especialistas.

6. El acoso escolar

Algunos estudios señalan que uno de cada cuatro alumnos sufre el acoso o la violencia de sus compañeros. Y el riesgo de sufrir bullying se multiplica por cuatro en niños entre 7 y 8 años. El acoso escolar ha existido siempre, pero en los últimos años se ha puesto el foco sobre el problema.

7. La diferencia con otras generaciones

Las expectativas de muchos padres con respecto de sus hijos son actualmente tan altas, que el hecho de que el pequeño no las cumpla produce temor entre los padres. Según las psicólogas, muchos padres quieren tener hijos perfectos (sociables, sanos, extrovertidos y buenos para el deporte). Es una idealización amplificada por los medios de comunicación. Por ello, tener un hijo o una hija diferente es una fuente de estrés y angustia permanente.

Nadie nos enseña a ser padres. De ahí que debamos estar alertas a los temores, eternos o de última generación, que forman parte de la experiencia familiar.

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No soy una mamá perfecta https://labebeteca.com/no-soy-una-mama-perfecta/ https://labebeteca.com/no-soy-una-mama-perfecta/#comments Fri, 17 Jul 2015 18:13:17 +0000 https://labebeteca.com/?p=10202 Estamos de vacaciones, así que hoy se me dió por escribir un “post reflexivo” después de una hermosa tarde junto a Emma. Pensaba mientras la contemplaba que cuando nos convertimos en mamás queremos ser las mejores en todo… en pocas palabras, “mamás perfectas”. Detrás de este objetivo, en varias oportunidades, dejamos pasar la gran posibilidad de ser protagonistas de nuestra propia historia. ¿A qué me refiero? Observamos, pero no participamos.

En estas vacaciones quiero que Leo y yo junto a Emma juguemos sin parar, ríamos a carcajadas, disfrutemos del viento en la cara, saltemos de alegría, nos tiremos por la resbaladilla, corramos descalzos detrás de la pelota, cantemos su canción favorita de Mariana Mallol “Dos Gatos” a todo volúmen, contemplemos la luna y las estrellas acostados en el pasto y bailemos sus pasos preferidos.

Deseo que cuando Emma sea grande y piense en su familia, sonría y recuerde lo bien que la pasamos juntos. Quiero que guarde en su corazón esos momentos bien nuestros… sólo nuestros.

Emma, sé que estoy muy lejos de ser la mamá perfecta que a veces me impongo ser… pero ¡te quiero con todo mi corazón y me siento la más afortunada del mundo por que seas mi bebé!

Ustedes, ¿a veces sienten parecido?

Con amor,

Mamá Pia

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Hermanos: mejores amigos o grandes rivales https://labebeteca.com/hermanos-mejores-amigos-o-grandes-rivales/ https://labebeteca.com/hermanos-mejores-amigos-o-grandes-rivales/#comments Wed, 08 Jul 2015 16:05:43 +0000 https://labebeteca.com/?p=10177 Con enorme ilusión le avisas a tu primer hijo, el centro de tu mundo, el rey o la reina de la casa: “¡Vas a tener un hermanito!” Su respuesta de acuerdo a la edad puede ir de la indiferencia a la felicidad, aunque rara vez esta noticia inicialmente parece ser recibida con enojo. Sin embargo, con el tiempo las cosas parecen complicarse: regresiones, berrinches y rabietas, enojo, angustia, son conductas habituales por las que atraviesan los hermanos mayores al verse “destronados”. Para ti esto puede ser muy frustrante, después de todo detrás de tu decisión de crecer la familia puede haber estado la idea de regalarle un compañero de juego, un cómplice, un amigo. Y esto puede llegar a suceder con mucha paciencia y empatía.

Para el hermano mayor la llegada de un hermanito puede ser francamente devastadora. Tú sabes que con cada hijo el corazón crece hasta duplicarse o triplicarse, en realidad no hay límite a cuanto podemos amar pero el tiempo, la atención y la paciencia si se tienen que dividir. El hermano mayor de un día a otro ve drásticamente reducido el tiempo, la energía y la atención que le dedicaban y esto puede generar en él emociones fuertes: tristeza, enojo, decepción, miedo. Para el pequeño las cosas tampoco son fáciles pues durante muchos años todos los días va a vivir con alguien más fuerte, más capaz, más experimentado. Con el hijo o hija grande, los papás van a vivir por primera vez la vida generando un estándar con el que el hijo pequeño va a ser medido

Quizá estés pensando “mejor me quedo con uno”, pero no platicamos esta historia con afán de crear miedo sino más bien empatía. La realidad es que tener hermanos genera emociones muy fuertes sin importar si eres grande, chico o mediano: celos, miedo, decepción y tristeza acompañados de enorme amor, ternura y alegría. Negar estas emociones (especialmente las negativas) no las hace desaparecer y como nos dice Adele Farber: sí genera una serie de emociones secundarias sobre las emociones iniciales que son mucho más difíciles de manejar: culpa de sentir enojo, miedo de sentir tristeza, decepción de sentir celos. Como te podrás imaginar este laberinto de emociones se vuelve muy complicado de desanudar y dificulta las relaciones.

Es así que para fomentar una relación sana entre hermanos el primer paso es reconocer y validar las emociones que les genera esta complicada relación. Cuando tu hijo preescolar te pide que regreses a su hermanito bebé, en vez de asustarte o enojarte, empieza por ayudarle a aclarar y nombrar la emoción, empatizar y reconectar:

“Pareces muy enojado de que estoy mucho tiempo con tu hermanito bebé y quisieras regresarlo para que esté contigo más tiempo. Es difícil tener un hermanito nuevo y que mamá no esté contigo siempre verdad…ven vamos a jugar riqui ran”

Ahora bien existen algunas otras acciones concretas que puedes llevar a cabo en el día a día para favorecer las relaciones de cuidado entre hermanos:

  • Llena la cubeta de cada uno diariamente. Cuida pasar unos minutos con cada uno de tus hijos en los que le des atención total (sin hermanos, pantallas, ni llamadas) Busca en estos momentos escuchar, jugar o apapachar según sientas la energía de tus hijos.
  • Ayúdense unos a otros. Es usual que les pidamos a los hermanos grandes constantemente que nos apoyen con el cuidado de sus hermanos, pero rara vez a los chicos. Esto les quita la maravillosa oportunidad a los pequeños de sentirse de ayuda, experiencia fundamental para desarrollar un autoctonito positivo. Es por ello que desde que son pequeños puedes pedir a tus hijos que se apoyen mutuamente en pequeñas tareas y celebrar cuando eligen hacerlo.
  • Modela constantemente opciones aceptables de relación. Modela y repite una y otra vez que conductas sí son aceptables. Pide que imiten tu tono de voz en vez de gritar, modela con tus actos pedir en vez de arrebatar y recuerda que estas conductas para aprenderse requieren mucha práctica.
  • Crea momentos de conexión contigo y entre los hermanos. ¿Recuerdas cuando jugabas con tu bebé para buscar hacerlo reír? Esos momentos de conexión absoluta son fundamentales para fortalecer el vínculo entre tu bebé y tú y siguen cumpliendo con la misma función a lo largo de toda la vida. Para fortalecer la conexión entre hermanos empieza modelando tú juegos que permitan se toquen suavemente, se vean a los ojos y se diviertan (estas pueden variar según la edad desde canciones y rimas hasta juegos de chocar manos con hermanos más grandes). Después fomenta estos momentos entre ellos creando códigos familiares compartidos que los conecten para toda la vida.
  • En vez de exigir que compartan pide que tomen turnos. La experiencia que tienen los niños pequeños de compartir es poco agradable ya que su percepción es que un adulto arbitrariamente decide quitar sus posesiones sin claridad de cuando las recibirá de vuelta. Una solución que tiene muy buenos resultados es pedirles a los niños que tomen turnos y que cada uno decida cuando se acaba éste. Si bien el niño que está esperando el turno puede frustrarse, puedes ayudarlo a desarrollar sus habilidades de para manejar esta emoción.
  • Enfócate en lo que quiere cada niño en vez de en la competencia o comparación. “A ella le serviste más helado” es una frase que escuchan los padres constantemente y que suele llevar a discusiones de cantidades y motivos. Busca en vez enfocarte en lo que cada uno de tus hijos necesita “Suena como que quieres más helado. Te sirvo un poco más con gusto”.
  • Fomenta juegos que requieren trabajo en equipo más que competencia. Busca que jueguen juntos contra ti o que el juego acabe cuando todos lleguen a la meta.

 

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Eligiendo una escuela para Martín https://labebeteca.com/eligiendo-una-escuela-para-martin/ https://labebeteca.com/eligiendo-una-escuela-para-martin/#comments Mon, 06 Jul 2015 19:47:35 +0000 https://labebeteca.com/?p=10173 Quienes han leído mis distintos artículos para La Bebeteca, saben que fui mamá de tiempo completo y que ahora volví al trabajo con jornadas muy largas de doce horas o más y que, desde que esto es así, a mi hijo Martín lo cuida su papá con ayuda de una nana. Si no lo sabías, ya te conté mi historia en tres líneas. Más allá de que ha sido un niño completamente feliz en casa, mi esposo y yo decidimos que tras cumplir dos años, ya era hora de que fuera a la escuela. ¿Qué nos llevó a tomar la decisión? Pensamos que él necesita una estimulación que no tiene en casa por más que podamos jugar, o cantar, o contar, o dibujar con él.

Hay bebés que van a la escuelita desde muy pequeños, otros que no lo hacen hasta los tres, que inicia el jardín ó kínder. La opción de que los cuide alguno de los papás, una nana, la abuelita o alguien más, versus que vayan a guardería, es una decisión muy personal. Hay cosas que funcionan para algunas familias, y otras que no.

Ahora, vamos al punto. Estas son las consideraciones que me parece importante notar a la hora de buscar escuelita para los nenes:

1) Hay varias corrientes o filosofías educativas que son importantes conocer, sobre todo ya en los niveles de pre-maternal, maternal y kínder. Por ejemplo, nosotros elegimos uno que toma algunas ideas del Montessori, pero sin serlo al 100 por ciento, además usan filosofía constructivista y algunas otras ideas de Jean Piaget; un poco de todo y ese enfoque me gustó mucho.

2) Otro factor son los horarios que ofrezca, dependiendo de las necesidades: si será guardería de tiempo completo, o si irás por las que solo ofrecen planes “escolarizados”, digamos de 9 a 1 de la tarde, si tienen o no comedor, etcétera.

3) La cercanía a la casa. Por ejemplo, nosotros vimos varias que están a una distancia de no más de 5 cuadras la más lejana y decidimos por la que está a una cuadra y media. Esto, con el objetivo de que papá o la nana puedan ir a recogerlo caminando ya que el único coche de la familia me lo llevo yo a mi trabajo. Tal vez esto no es un tema para otras familias que pueden moverse más fácil, para nosotros sí fue determinante.

4) Si es pública o privada (¿o tal vez es de la empresa donde trabajas?) porque esto tiene repercusiones directas en la economía familiar que no hay que dejar de observar. No es lo mismo optar por una guardería o jardín de niños público, a uno privado donde hay colegiaturas, cuotas extra, costos por seguros, y otros. Y aquí hay otro factor: normalmente, si quieres educación bilingüe, al menos en México, hay que pagar por ella y elegir un colegio privado.

5) Si tienen cursos de 12 meses o solo de 10. Esto es importante preguntarlo porque efectivamente, hay escuelitas que se toman todo el verano de vacaciones, y hay otras (más pensadas para papás que trabajan) en las que sí trabajan “todo el año”.

Creo que esta pequeña lista resume en gran medida las cosas que nosotros tomamos en cuenta para elegir la escuelita a la que Martín empezará a ir en un par de meses.

¿Tu cómo elegiste o crees que faltó algo?

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