La Bebeteca » Ivan Ruelas https://labebeteca.com Blog para mamás Tue, 15 Jan 2019 09:36:41 +0000 es-MX hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.1.25 El poder del amor https://labebeteca.com/el-poder-del-amor/ https://labebeteca.com/el-poder-del-amor/#comments Thu, 12 Jan 2017 15:00:53 +0000 https://labebeteca.com/?p=9594 La frase “¡estoy exhausto y no me dio tiempo de hacer nada!”, es sinónimo de “tengo un bebé”. Es contradictorio y paradójico pero totalmente cierto. Estás exhaust@ de tratar durante 25 minutos, una hora, o cuatro, de hacer algo que requiere tu total atención y no lograrlo. Puede ser desde lo más simple, como ir al baño o cortarte las uñas de los pies, hasta sentarte a hacer un FaceTime con un cliente. Comienzas a arder poco a poco y de pronto explotas. Le hablas fuerte, lo jaloneas, lo escondes en un closet, ¿o te metes tú? No sé qué hagan ustedes, pero a mí a veces dan ganas de huir.

Desde que mi chica agarró una chamba de tiempo completo, paso todo el tiempo que puedo en casa disfrutando de mi hijo y apuesto a sacar la chamba impecable, como siempre. Tengo que aceptar con mucho valor y vergüenza que yo no entendía lo que esta “chamba” implicaba antes de vivirla. “¿Exhausta de hacer nada?”, pensaba.

4 tips para esos momentos imposibles

  1. Pide ayuda: Si no hay nana, puede ser tu hermano o tu vecina. Es indispensable contar con apoyo. Y para quienes les dispara la culpa, recuerden que nuestros hijos e hijas también necesitan construir otro tipo de relaciones. Quizá ellos descansan tantito de la autoridad y eterna cautela que los papás tratamos de asegurar.
  2. Planeación: Dosifica tus esfuerzos y no trates de hacer más de lo que puedes. La verdadera disciplina consiste en darle prioridad a las cosas en el momento adecuado. Si sabes que puede venir apoyo, busca resolver pendientes y sacar adelante cosas que no puedes hacer mientras los críos están al acecho. Ejercicio, meditación, ver la novela, jalón de orejas a subalternos, ¡qué sé yo!
  3. Agárralo absorto o dormido: Aprovecha esos ratitos que pasa investigando texturas o jugando tranquilo. Aprende a identificar esos momentos para tomar la laptop o salirte de su cuarto a hacer un par de llamadas. También durante sus siestas puedes hacer cosas que requieran toda tu atención, desde que lo veas perdiendo la batalla contra El Mago de los Sueños, puedes comenzar a plantear tu espacio de trabajo óptimo mientras duerme. ¿Un tecito? Pero ¡ojo!, no olvides dormirlo bien antes de empezar a hacer alguna actividad. Considera ponerle música o ruido blanco para que no lo despierte cualquier sonido.
  4. Amor, aprendizaje-juego y disciplina: Ya sé que suena a lo que dice el “encantador de perros”, pero si no juegas con tu hijo, si no recibe de ti el material educativo, así como la seguridad de que es querido, atendido y cuidado, le será difícil entrar en esos importantes periodos de juego/aprendizaje independiente.

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¿Y el poder del amor? Pues es la mejor parte de todo lo que tiene que ver con nuestros hijos, parejas y amigos. No necesitamos paciencia porque tenemos el amor de nuestro lado para compartir, respetar y tolerar el momento que cada quién vive y dejarnos ganar con sus risitas y monerías cotidianas. ¡Feliz mes del amor!

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Estrategias y control parental https://labebeteca.com/estrategias-y-control-parental/ https://labebeteca.com/estrategias-y-control-parental/#comments Wed, 13 May 2015 14:00:06 +0000 https://labebeteca.com/?p=10050 Nos conocen demasiado bien. Calculan cada movimiento para optimizar su libertad y voluntad hacia lo desconocido; ignoran los peligros y repiten los errores con aún más frecuencia que los adultos; el menor comentario o indicación se puede transformar en horas de berrinches y lloriqueos capaces de arruinar la mejor de las reuniones… No son el enemigo, pero hay que utilizar tácticas y estrategias con la misma mentalidad fría y calculadora que un general a media batalla. Perder la paciencia es fácil y caer en la ofensa, el grito, el golpe o cualquier otra acción que sólo nos denigra como mamás y papás, a veces parece el camino más corto a la paz.

Por si esto fuera poco, el indispensable consenso de los padres difícilmente llega entre personas que fueron educadas con fórmulas diferentes. El berrinche de los críos culmina en pleito familiar y hasta los abuelos terminan regañados por su afable naturaleza conciliadora y consentidora. Por eso, me permito pasarles unos tips que me han resultado de lo más útiles y prácticos para evitar el berrinche generalizado.

1. Evita subestimar los sentimientos de tus hijos. Recuerda que eres lo que más ama y lo mismo espera de ti: presencia ilimitada e irrestricto apoyo, paciencia infinita, amor absoluto, comprensión total, tolerancia, respeto… sólo por eso vive feliz y confía su vida en ti. Un grito o un golpe lo pueden hacer sentir inseguro en lo más profundo y ese sentimiento puede cambiarle la vida para siempre. La desesperación y la ira son malos consejeros. Conozco padres que le hablan peor a sus hijos que a cualquier otra persona; esto no solamente es torpe e injusto, sino improductivo y a la larga genera distancias infranqueables entre padres e hijos, dejándolos solos a ambos.

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2. Evita sobreestimar su capacidad para entender los límites y razones. ¿Cuántas veces le has dado la vuelta a un adulto ante su evidente incapacidad emocional para aceptar algo? La jefa, el colega, la amiga, el médico… todos. ¿Por qué entonces exigir más a nuestros hijos? Nuestros chiquitos están desarrollando capacidades en un nivel físico; el desarrollo de sus órganos y la conexión de sus neuronas aún no están listos para comprender ciertas cosas. Te toca comprender y no convertirte en el que inicia el berrinche.

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3. No empieces los problemas: cuando te veas en la necesidad de intervenir, piensa primero cuál es la mejor manera de resolver. Reaccionar con un grito, golpe o enojo te llevará 99 por ciento de las veces al berrinche inmediato. No busques mejores resultados con técnicas antediluvianas. ¡Peor si tus hijos ya te obedecen a través de la violencia! Recuerda que hay un vínculo de confianza que se ha desgastado, quizá irremediablemente.

4. Considera que es más fácil distraer que ordenar. Los chiquitos menores de 4 años (como muchos adultos) carecen de la habilidad para comprender causas, consecuencias, razonamientos e instrucciones, es decir, no están equipados con el software para obedecer. No puedes tomárselos a mal, es una condición psicológica y fisiológica que los rebasa. Cuando pierdas la paciencia, imagínate que estás gritándole a la pared… tal cual. Como lo hubiera dicho Cole Porter, es mucho más sano y útil ser un buen payaso que un monstruo aterrador.

5. Utilicen estrategias individuales y conjuntas. La personalidad, nivel y forma de autoridad de cada uno de los padres es muy diferente. Nuestros roles en sus jóvenes mentes están muy bien definidos y bastante determinados por genes y memes. Lo que funciona a papá, no necesariamente funcionará a mamá y viceversa. A veces, cuando estamos juntos con el hijo, todo se vuelve un caos de opciones que sólo los confunde. Es importante que sepan jugar estrategias conjuntas, que las piensen y las inventen. No todo es “good cop y bad cop”, pero también funciona.

6. Ten en cuenta que todo es un juego hasta en tanto no se ponga en peligro su integridad. Cuando así sea, entonces incrementar la seriedad y explicar puede sentar bases racionales para el futuro, a través de un tono emocional y de voz; pero no olvides: no por ello te va a hacer caso. A veces es necesario actuar de manera urgente y unilateral para poner distancia física entre el peligro y nuestros chiquitos. En esos casos, la distracción y el payaso tendrán que esperar a que “peque” esté fuera de peligro. Muestra tu preocupación y tus espantos sin recato; ellos entienden instintivamente cuando te hicieron pasarla mal, pero no por ello los maltrates… si lo salvas es porque lo amas, asegúrate de que lo sepa. No seas ese papá que salva de ahogarse al chamaco para luego ponerle una tunda horrible; eso no es civilizado.

Es importante educar a nuestros hijos, que nos hagan caso y llevarlos de la mano con seguridad y paciencia hacia una vida libre e independiente; pero lo más importante no es la educación, sino la formación que se logra a través del amor y del ejemplo. Destruir tu relación con tus hijos para enseñarles un montón de reglas que igual aprenderán en la vida, es un sacrificio innecesario y cruel para todos. El amor siempre se disfruta más con paciencia y astucia.

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Mi experiencia como papá https://labebeteca.com/mi-experiencia-como-papa/ https://labebeteca.com/mi-experiencia-como-papa/#comments Sat, 31 Jan 2015 15:00:57 +0000 https://labebeteca.com/?p=9402 Supe que ese día llegaría desde que me dijo “¡Oye, estoy embarazada!” Una guapa y exitosa profesionista con increíbles habilidades profesionales que ha llegado a los más elevados puestos de gobierno, difícilmente termina por estarse quieta. Desde entonces me propuse reaccionar justa y apropiadamente cuando dijera: “Ya me toca”.

Mientras ella estuvo embarazada, y fuera de sí durante los primeros meses de maternidad y lactancia, yo tuve chance de echar a andar mis proyectos. Justo a tiempo, pues mi empresa funciona como reloj y la naturaleza de nuestra chamba permite estar al 100% con una lap top. Poca oficina y mucho skype. ¡Amo la ubicuidad que regala la red!

¿Cómo? Nanny power. Siempre que tu hijo pueda, va a demandar tu atención. Aun cuando está jugando, absorto en el más profundo solipsismo del lego, requiere que alguien lo acompañe. Por esa y otras mil cosas que puedes delegar como papá, es fundamental presupuestar la presencia de alguien que te “haga un paro” aunque sea un ratito para sentarte a hacer una presentación o redactar un documento que requiera tu toque especial. Si la chamba no da para eso, entonces no da para nada.

¿El reto? Entender que no es como cualquier proyecto de oficina, todo resultado va a tomar mucho tiempo y todos los resultados son buenos. Más bien lo que hay que cuidar muy de cerca son los insumos. Es indispensable fomentar su relación con la mamá, ellos enfrentan el imponente reto de dejar de ser lo mismo y tú estás ahí para ayudar en el tránsito.

Es fundamental que la mamá tenga momentos de amor, disciplina y tiempo de calidad sola con tu hijo. No te quieras convertir en Superdad o en su mejor amigo, es igual de importante dedicar tiempo a jugar que a estudiar, enseñar disciplina y respeto.

Es posible que gracias a la naturaleza de tu relación con tu hijo, hagan muchas cosas tan bien o hasta mejor que con su mamá: no te vanaglories. Tendrás otros retos y complicaciones que ya verás. Para mayor referencia, preguntar al papá de Edipo o a Darth Vader.

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